Independiente del Valle se ha convertido en un referente en el país y en el continente.

Con apenas 14 años en la primera división los rayados ‘sacan pecho’ de tener el título de la Copa Sudamericana y la flamante corona de la LigaPro.

Un club que se maneja como empresa lleva adelante un proyecto que tiene como base a su semillero, pero también con un equipo principal que ha ganado experiencia y un nombre en el continente.

Los dirigentes, con Michel Deller, Franklin Tello y Santiago Morales a la cabeza, demostraron que es posible tener un equipo competitivo y con un buen manejo del presupuesto.

La venta de los jugadores de las formativas es un fuerte rubro para el club que siempre piensa en grande y claros ejemplos con la final de la Libertadores en 2016, el título de Sudamericana en 2019 y el de la Libertadores sub-20 en 2020.

Además, se ve reflejado en que cuentan con su estadio propio y hasta con una réplica de su proyecto en Europa, con el Numancia español.

La estrella local le había sido esquiva a los rayados que apostaron por mantener la línea europea que dejó Miguel Ángel Ramírez, quien comandó al campeón de la Sudamericana, con el portugués Renato Paiva, que fortaleció a la base de jóvenes talentos con jugadores de experiencia.

El resultado fue que Independiente del Valle escribió su nombre entre los campeones de nuestro fútbol y, además, es la fuente de jugadores para las selecciones formativas y para la Tri absoluta que está en buen camino hacia el Mundial de Qatar 2022. 

- Equilibrio financiero

En 2007, Michel Deller se convirtió en el accionista mayoritario del Independiente José Terán y en compañía de otros directivos como Santiago Morales y Franklin Tello inició un novedoso proyecto en el fútbol nacional. 

Apostando por las divisiones inferiores fue creando semilleros en varias provincias del país y se convirtió en un ejemplo en la formación de futbolistas. 

A la par, el club demostró que es posible manejarse como una empresa rentable, que les ha permitido contar con un complejo de lujo para sus ‘joyas’, un moderno estadio, y además reforzar a su equipo principal para conquistar títulos a nivel continental y ahora el cetro nacional.

- Experiencia y juventud 

Los rayados tenían la ‘espinita’ de ser campeones nacionales, la meta que se propusieron cuando llegaron a la primera división. 

En temporadas anteriores se ‘desinflaron’ en la recta final y entre los factores que analizaron fue la falta de experiencia de su joven plantilla. Es por esto que para la segunda parte de esta temporada apostaron por fichar a jugadores con recorrido, como los delanteros Jonatan Bauman y José Angulo, el volante Fernando Gaibor y el defensa Mateo Carabajal.

Cristian Pellerano, quien es el líder del plantel rayado, destacó que estas incorporaciones fueron claves para ganar la LigaPro. “Ahora tenemos más jugadores de experiencia para dar respaldo a los jóvenes, lo que nos ayudó a estar más sólidos en este año”, afirmó el capitán del equipo.

- Un modelo europeo en el banquillo

Ismael Rescalvo inició la línea europea en Independiente del Valle. La salida del entrenador español a Emelec le dio la oportunidad de saltar al primer equipo a su compatriota Miguel Ángel Ramírez, con el que ganaron la Copa Sudamericana en 2019.

La posta la tomó el portugués Renato Paiva, poco conocido en el país, pero como Ramírez, con experiencia en la formación de futbolistas para seguir consolidando el proyecto rayado. Sin secretos, Paiva demostró ser un gran estratega y se convirtió en el segundo timonel europeo en ser campeón en Ecuador. 

“Estoy muy apasionado por este club y por el país”, dijo el luso, que tiene contrato hasta 2022.