Una mesa, un balón y un amigo. Es todo lo que necesitas para practicar el foot table, una disciplina que quiere despegar en el país.

Francisco Muñoz se animó a dar el primer paso en Quito, hace seis meses. Su necesidad por contar con nuevas experiencias alrededor del balón lo llevó a probar un juego que encontró en las redes sociales brasileñas. Según él, se veía divertido y, sobre todo, dinámico.

Él fue futbolista profesional. Se formó en Liga de Quito y hasta fue seleccionado nacional sub-17 para un torneo sudamericano. A sus 34 años todavía conserva la técnica. Además, ha participado en diferentes torneos de fútbol 7, de ‘pata cabeza’ y fútbol tenis. Inclusive, ha organizado eventos en otras ciudades.

Por ello vio la oportunidad. Se empapó sobre la disciplina y llamó a sus amigos para iniciar con las prácticas en el parque de la Bakker 2, al norte.

Este lugar es muy conocido por los peloteros capitalinos. Es el refugio para quienes disfrutan del fútbol tenis y del ‘pata cabeza’. Inclusive, exfutbolistas como Franklin Salas, Iván Hurtado, Geovanny Caicedo y Santiago Morales se citan allí y se arman apuestas.

Las reglas son simples: se puede dar hasta tres toques antes de hacer que la pelota pegue en la mesa. A diferencia de las otras modalidades, no hay una cancha delimitada, se corre alrededor de la mesa en cualquier dirección. La única condición es que se debe hacer un remate frontal.

“Somos una comunidad de unas treinta personas, pero la intención es que se masifique, por eso organizaremos torneos en varias ciudades, queremos acercarnos a lo que se vive en Brasil”, dijo Muñoz.

Hace dos semanas, él viajó a Río de Janeiro junto a sus amigos Francisco Núñez y Pablo Mejía para competir en un torneo oficial. Allá vivieron momentos únicos. El que más disfrutaron fue, sin duda, jugar contra Ze Roberto, el exseleccionado brasileño.

“Fue una experiencia inolvidable. No entendíamos la magnitud de lo que significa esta práctica en Brasil hasta que lo tuvimos cerca. Aspiramos a que acá se viva con esa intensidad”, dijo Núñez.

De 28 parejas (campeonas de distintos estados) ellos quedaron entre las diez mejores. Es un resultado por encima de lo esperado y eso les dio una mayor motivación para impulsarlo en Ecuador.

El foot table nació en Brasil como una alternativa al fútbol tenis sobre mesa curva. Durante un torneo en Copacabana, las canchas estaban llenas y las personas improvisaron sobre las mesas que estaban en la playa y que antes eran usadas para las botellas de cerveza.

Al inicio se lo jugaba en campo abierto, como todavía se lo hace en Quito, pero después decidieron poner la mesa en una cancha de squash para que el balón pueda pegar en las paredes sin que se pierda el punto y así aumentar su dinámica. Ahora ya existe el octágono con medidas oficiales.

“Estamos buscando los recursos para armar las canchas en Arena 7. La idea es contar también con las paredes para que se sienta la verdadera dinámica”, agregó Muñoz.

El nuevo objetivo es armar el primer campeonato oficial a finales de marzo. Ya tienen pensada la estructura y contarán con la presencia de algunos exfutbolistas profesionales. Quieren un gancho que les permita despegar y que este juego se masifique, después de todo, a diferencia del fútbol, la edad no es limitante a la hora de dominar el balón junto a una mesa.

LAS CONDICIONES

Se puede jugar al mejor de tres sets de 12 o 15 puntos. Los equipos se ponen de acuerdo antes de iniciar la partida. Los torneos son a 12.

LA RENTABILIDAD, EL PASO MÁS DIFÍCIL

Pablo Mejía se puso como objetivo armar una gran estructura alrededor de este juego. Para ello apunta a montar canchas en siete ciudades del país. El fin de semana anterior hubo una exhibición en el estadio de Aucas, antes de la Noche Oriental. Allí notaron que existe interés. “En la playa de Río de Janeiro hay cientos de pelotas en el aire, la gente se dedica a este deporte y es la marca que queremos desarrollar a lo largo del Ecuador. Fue una idea barrial al inicio, pero queremos expandirlo”, dijo Mejía.

Según él, este tipo de disciplinas tiene un nicho que no ha sido explotado del todo, ya que cada vez hay más personas jugando las diferentes variantes como el ‘pata cabeza’ o el fútbol tenis sobre mesa curva. “Esta es una alternativa que vale la pena intentar. Es muy divertida. Las personas que han llegado para probarla se han quedado porque entienden que es algo novedoso”, concluyó.