El batacazo de la fecha se dio en Azogues. Emelec llegó como gran candidato ante Gualaceo y el equipo azuayo le dio una noche para olvidar a los azules, que en un minuto vieron las consecuencias de un concierto de errores en salida. Los locales identificaron el punto débil del Bombillo y los explotaron. Los verdeamarelos no habían ganado en la LigaPro.

El Bombillo llegaba a este compromiso con la obligación de recuperar los puntos que se les fueron en los últimos minutos del encuentro contra Guayaquil City en la fecha pasada. Y por ello, Emelec iba a imponer condiciones desde el arranque.

Los azules se hicieron fuertes con la pelota hasta el punto de empezar su juego desde la mitad de la cancha con sus centrales a esa altura. En los primeros minutos eran buenos síntomas para la creación, pero poco a poco, Gualaceo fue encontrando como neutralizar a los millonarios.

Por la jerarquía entre plantillas y una idea más consolidada, Emelec dominó y fue el que llevó jugadas con mayor peligro al arco contrario. Hubo mucha claridad por la derecha, Bryan Carabalí tuvo un mano a mano y Zapata también pudo definir mejor sus opciones.

Pero Emelec iba a presentar un problema, no había salida clara desde el fondo y habían muchas dudas en Guevara y Canto. Eso, lo iba a detectar el local e iba a golpear.

Ya había anticipado con unos remates sin mayor historia, en dos minutos todo se puso cuesta arriba para los azules. Un tiro de esquina terminaría e gol aunque Carabalí la sacó de dentro del arco. Quien firmaría el tanto era John Ontaneda.

Seguido a esto, una mala salida desde atrás y un robo sobre Arroyo terminaría en el 2-0 gracias al argentino Alles. Un baldazo de agua fría para el equipo de Rescalvo en solo 45 minutos.

Para el complemento, Rescalvo iba a meter tres jugadores al campo para intentar igualar la historia: Jeison Chalá, Roberto Garcés y Alejandro Cabeza ingresaban.

Pero era un patrón similar al del final del primer tiempo, Emelec intentaba ir hacia adelante y Gualaceo se lo impedía con una gran presión en salida. Paradójicamente, la visita proyectaba a sus laterales, pero siempre perdía la pelota en la mitad del campo, quedando desprotegido, precisamente, por sus bandas.

Lejos de amenazas reales de Emelec, Vergés, la figura del local, estuvo cerca de poner el 3-0 con un remate de media distancia. El vertical se lo negó.

El tiempo no era un aliado del Bombillo y ya jugaban más a corazón que con una idea clara de fútbol. Gualaceo estaba cómodo con el resultado y el juego.

Los azules tenían como principal recurso el juego aéreo, buscando a Quiroga o Cabeza para pivotear balones para algún jugador que esté merodeando por ahí. Sin embargo, tampoco fue fructífero.

Rescalvo quemó los cinco cambios a los 67 minutos y las respuestas no aparecían. Cevallos y Vera entraron, pero salvo el joven que desequilibró un par de ocasiones por la izquierda, Emelec no iba a sacar provecho con los movimientos del entrenador español.

Los últimos 15 minutos fueron puro empuje azul, pero sin daño real. Gualaceo no pasaba apuros y no parecía que iba a sufrir algún daño inminente.

El gol de Romario Caicedo llegó de pura irreverencia por parte del lateral. Pero no le alcanzaría.

Los millonarios jugarán la próxima semana con Delfín en casa y Gualaceo visita al 9 de Octubre.