Este domino 20 de junio Ecuador no puede perder. La selección de Gustavo Alfaro tiene una cita en el estadio Olímpico Nilton Santos de Río de Janeiro, con la Vinotinto, y solo le sirven los tres puntos para seguir soñando en esta Copa América.

La Tricolor y Venezuela vienen de enfrentar al mismo rival, con el detalle que uno propuso y perdió, mientras que el que se llevó un punto del duelo, tuvo a su portero Wuilker Faríñez, como la principal figura del encuentro.

Ese punto que sumó Venezuela en su debut en la Copa compromete a Ecuador a tener que ganar sí o sí para no poner en manos de otro su posibilidad de clasificar, ya que una derrota o empate, lo mantendría en penúltima o última posición a la espera de medir a Perú y a Brasil (que nos derrotaron en el último antecedente en eliminatorias).

Esta obligación la reconoce Alfaro, que admitió que además de lo clave de los tres puntos, ayudará en lo anímico.

“Para clasificar hay que ganar. Venezuela sostuvo bien ante Colombia y sumó un punto. Estamos muy bien, tenemos tres partidos seguidos. Sabemos que si estamos bien podemos ganarle a cualquiera, pero para eso hay que sumar”, dijo el DT argentino.

La selección tiene una prueba de fuego y Alfaro podría sorprender desde el arranque con ciertos movimientos en su pizarra.

Leonardo Campana, quien ha sido un constante en las nóminas de Alfaro para la Tri, arrancaría de estelar acompañado de Enner Valencia. El futbolista ex Barcelona y hoy en el Famalicão de Portugal, tendrá su primera oportunidad para saltar como titular ya que sí pudo debutar en eliminatorias ante Uruguay.

Precisamente la dupla de Campana, Superman Valencia, se refirió a la importancia de estos 90 minutos contra Venezuela.

“De esta nos tenemos que levantar. Sabemos lo que nos vamos a jugar mañana (hoy), hemos tenido una gran semana de trabajo y vamos a buscar ganar el partido desde el principio”, dijo el goleador histórico de la selección nacional, con 31 goles.

Y es que siendo justos con Alfaro y el grupo, aunque suma tres derrotas al hilo, mereció mejor fortuna con Colombia, que salvo el gol, no inquietó a la Tricolor que sí dejó una deuda en cuanto a generación de juego en ataque refiere.

Porque tiene herramientas y fútbol, es que la selección tiene la presión y exigencia de ganar, respirar y volver a entusiasmar al país en un torneo que nos ha sido esquivo a lo largo del tiempo, la Copa América.