La suspensión por deudas de Deportivo Cuenca, que le impidió jugar el partido programado ante Olmedo, fue uno de los puntos cruciales tratados en el Consejo de Presidentes de la LigaPro, donde se revelaron datos de la crisis que viven los clubes ecuatorianos, y que se incrementó este año con motivo de la pandemia.

Miguel Ángel Loor, presidente de la LigaPro, lamentó lo sucedido, al tiempo de recordar que la solución a este tipo de inconvenientes estuvo en manos de los dirigentes. “En el Congreso del Fútbol los clubes no respaldaron la propuesta de eliminar las suspensiones por deudas y hoy lamentamos que un equipo pierda un partido por ese motivo, cuando los puntos se los deben ganar en la cancha”.

Carlos Alfaro Moreno, principal de Barcelona, respaldó a Loor y propuso que sea la LigaPro y no la Ecuafútbol la entidad encargada de manejar las sanciones, incluso reteniendo los valores entregados por los auspiciantes, para así garantizar el pago a los acreedores. También pidió que, por ser este un año atípico -por la pandemia-, esas acreencias se cancelen desde enero de 2021.

Loor recordó que ese tipo de modificaciones tienen que seguir un curso legal.

Se conformará una delegación que mediará con el gremio de futbolistas y la Ecuafútbol, para que casos como el de Deportivo Cuenca no se repitan.

CUENTAS CLARAS

Santiago Morales, representante de Independiente, pidió se informe respecto a los pagos que GolTv, dueña de los derechos de transmisión del torneo, ha realizado hasta el momento a LigaPro, para así terminar con los “rumores” que hay en torno a este tema.

“GolTv nos ha pedido que le demos plazo hasta el 15 de octubre para proponernos un plan de pagos. Ellos nunca han pensado en irse del fútbol ecuatoriano”, respondió Loor.

Durante sus intervenciones, varios dirigentes confirmaron que debido a la pandemia han perdido el apoyo de empresas auspiciantes. Eso, sumado a las demandas que vienen arrastrando, ponen en peligro su permanencia en las Primera Categoría.

PELIGRO

Si Deportivo Cuenca se queda sin jugar otro partido, por suspensión o cualquier otro motivo, perderá la categoría.

La próxima ausencia no necesariamente tiene que ser por el mismo motivo, como sucedidó hace algunos años con Deportivo Quito. Culaquier inconveniente que tengan los morlacos los condenará a jugar en Segunda.

LOS ÁRBITROS, OTRO FRENTE

Aunque en primera instancia se alcanzó un reajuste de aproximadamente un millón de dólares en el sueldo de los árbitros, un gran número de dirigentes considera que los colegiados “ganan demasiado”.

Los parámetros de esta apreciación, según los directivos, pasa por el bajo rendimiento de los jueces y en lo atípica que resulta esta temporada, debido a la pandemia.

Dentro de la denominada “optimización de recursos”, este año los clubes de la Serie A gastan entre 12 % y el 29 % menos en el sueldo de los jueces, mientras que los de la Primera B disminuyeron ese egreso entre el 60 % y 69 %, en relación a 2019, aunque los partidos se redujeron a la mitad.

El representante de Gualaceo citó un ejemplo. La temporada anterior su club desembolsó 45.000 dólares para el arbitraje en 18 partidos y en lo que va del año ya igualó esa cifra, aunque apenas han jugado la mitad de las fechas.

Lucía Vallecilla (El Nacional), Roberto Rodríguez (Liga de Portoviejo) y Edison Baldeón (Delfín) incluso hablaron de persecución de parte del gremio arbitral en contra de los clubes que se oponen a sus “exagerados ingresos”.

“Los árbitros llegan con malas intenciones, lo puedo asegurar. Insultan y provocan a los jugadores y técnicos, tienen una conducta que no es normal. Eso también se debe analizar”, denunció Rodríguez.