La Conmebol, que es dirigida por Alejandro Domínguez, se ha caracterizado por los constantes cambios en los torneos que avala el ente. Antes sucedió con la Copa Libertadores y la fase previa a los grupos, y ahora fue el turno de la Copa Sudamericana que ya no tendrá solo enfrentamientos de eliminación directa.

Normalmente los partidos de Sudamericana se definían en duelos mata-mata y constan de tres fases: la primera en la que 44 equipos, 22 de zona sur y 22 en zona norte, se enfrentan y se eliminan directamente. De esta fase sobreviven 22 y se reintegran 10 de la Copa Libertadores (los terceros de cada grupo y los dos mejores perdedores de la fase previa). Luego de esos quedan 16 que combaten desde octavos de final.

Sin embargo, este nuevo formato para la Sudamericana planteará un nuevo escenario en las tres fases que lo dividen. En la primera, cuatro clubes de Ecuador, Bolivia, Chile, Colombia, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela, se medirán entre ellos y dejarán dos representantes de casa país. Sobreviven 16 para la siguiente fase.

En la que sigue, que será una fase de grupos con 32 clubes, se unen a los 16 ya clasificados seis equipos de Argentina, seis de Brasil y cuatro eliminados de la Fase 3 de la Copa Libertadores. Por lo que ya no clasificarán, como hasta este año, los terceros de cada grupo.

A partir de esta, los mejores segundos de cada grupo jugarán las fases finales, octavos, cuartos, semis y por último la final.