Es hora de comer en Doha, ¿pero con qué las personas se pueden alimentar? Hay tres formas. La elección es ir por la comida local, independientemente de los ingredientes usados.

La otra opción es hacerlo como qataríes o personas del Medio Oriente y seguir el ritual de ellos. La otra opción es más sencilla: buscar la comida rápida que ofrecen las cadenas internacionales.

Para comer hay sitios de todo precio, desde los restaurantes llamados tradicionales que están en el único mercado grande, que se llama Souk Waqif, ubicado en el centro de Doha, justo al frente del reloj que marca la hora del Mundial.

De entrada, pedimos el plato tradicional: el majboos, que lo solicitamos debido a que Liton Aminuil Hoque, un ciudadano de Bangladesh, es nuestro guía y chofer en Doha.

El platillo tiene arroz colorado, con presas de pollo como si estuvieran fritas, también varias clases de ajíes. Además, el toque de Medio Oriente: almendras y otras semillas, además de pasas de gran tamaño. Todo de gran sabor y con una porción para quedar satisfecho.

Debido a que no había espacio para más debido al gran tamaño del platillo inicial, no pudimos probar el saloona, que luce como una especie de fanesca. Tiene de todo: carne de cordero, de ternera, pescado, verduras, jengibre y ajo. Para comer este plato hay que tener pan, que es el acompañante ideal.

También está el kofte, que son similares a las albóndigas.

Imposible olvidarse de los tradicionales shawarmas, que se venden desde $ 1,50. Eso en época premundialista, luego seguro su valor subirá.

Para seguir con los precios, los platos van desde los 8 dólares en un restaurante bueno, pero no de lujo. Si quiere un famoso helado turco con el baile incluido, ese no es barato, le costará cerca de 8 dólares.

Quienes vayan a Qatar, vivirán una experiencia espectacular en cuanto a nuevos sabores, pero si desea no arriesgarse, puede acercarse a las cadenas internacionales y pagar los mismos precios que en Ecuador.

Para seguir con el tema de la comida en Qatar en esta visita de EXPRESO, había que buscar un lugar para comer como lo hacen las personas nacidas allá. El ecuatoriano Bolívar Holguín estaba en suelo qatarí por turismo y coincidió con nosotros en que pese a que también se puede ingerir alimentos normalmente sentado en sillas, era una buena oportunidad para vivir una experiencia diferente.

El ritual indica que lo primera es quitarse los zapatos, luego dirigirse a unas habitaciones con cortina. No habían mesas ni las sillas. Solo unas almohadas y un mantel.

Posteriormente hay que sentarse con las piernas cruzadas y esperar que venga la persona con la comida. Antes de eso colocan una especie de manta cuadrada, como si fuera la mesa.

Todo está en el suelo, y las almohadas sirven para medio recostarse y al final darse una siesta. El sitio escogido para comer fue el restaurante Eldehleez, un lugar popular. Llegaron el agua, una ensalada deliciosa y al final el arroz y unas costillas.

Una de las cosas que se debe de hacer es darle gracias a Dios antes de la comida. Hay cuartos de hasta para seis personas.

En una visita al restaurante Rotana, Lok Bahadur Nipal, un chef de la India nos ofreció el ‘chicken rice’, que es el clásico arroz con pollo, la única diferencia era que el grano de arroz es largo, el doble del ecuatoriano.