Con un déficit confirmado de 51’624.789 dólares, a junio de 2020, el trabajo de la dirigencia de Barcelona es cada vez más fuerte en su intención de ganar el ‘campeonato financiero’, una de sus principales propuestas en tiempos de campaña.

Aquiles Álvarez, vicepresidente deportivo del Ídolo, aseguró que la temporada anterior el club dejó de recibir una fuerte cantidad de dinero por la ausencia de público en el estadio, producto de la pandemia. “Entre taquilla y pago de cuota de socios, Barcelona perdió 8’000.000 de dólares”.

La crisis también influyó en el apoyo de las firmas auspiciantes, aunque el título obtenido en la LigaPro reactivó en parte la economía.

Además de los 150.000 dólares fijados como premio al campeón nacional, se suman los 4’400.000 acumulados por haber llegado a la fase de grupos de la Copa Libertadores 2020, eso sin contar el dinero que ingresó con la transferencia de Fidel Martínez.

Las salidas de Jonatan Álvez (cuyo sueldo mensual era de 49.940 dólares) y de Michael Arroyo ayudaron a aliviar en algo la carga de egresos, al punto de que la mitad de uno de esos salarios permite cubrir la llegada de tres refuerzos.

También se renegoció con el resto del plantel para hacer más manejables los valores y dejar de pagar sueldos tan desproporcionados como los de Damián Díaz ($ 74.754) o Mario Pineida ($ 25.000.).

LA ESTRATEGIA

Todos esos movimientos, sumados a la firma del contrato de auspicio con una institución bancaria, abrieron nuevos caminos para la solución de problemas como la sentencia del TAS a favor de Ariel Nahuelpán, que implicó un pago de 1’570.000 dólares.

EXPRESO buscó ayer la versión de Xavier Salem, vicepresidente financiero de los amarillos, pero su agenda estaba copada. Sin embargo, en un diálogo anterior explicó que la cancelación de la deuda con el delantero argentino se concretaría mediante una línea de crédito facilitada por el banco que le da nombre al estadio.

Durante el tiempo que dura el acuerdo, esa figura financiera le permitirá contar con el flujo de caja necesario para evitar inconvenientes, como suspensiones por deudas, además de cubrir la nómina.

“De esta manera el equipo y el entrenador ya no tendrán que preocuparse por perder en la mesa lo que ellos ganan en la cancha”, explicó el directivo.

Vale la pena indicar que una línea de crédito es un contrato por el cual la entidad financiera pone a disposición del usuario cierta cantidad de dinero por un período determinado. Esta permite un nuevo ingreso de dinero conforme se vayan cumpliendo las obligaciones, pero no deja de ser un préstamo que genera intereses, aunque este solo se fije por la parte utilizada de la línea de crédito.

Con este panorama, el déficit que manejaría el club cuando termine el periodo de Carlos Alfaro Moreno no estaría muy lejano del que dejaron sus antecesores.