Pasó por el puesto de cada uno de sus eventuales compañeros de equipo. Javier Mascherano saludó con un golpe de puño a todos los jugadores, integrantes del cuerpo técnico y dirigentes de Barcelona cuando llegó al conversatorio y cena amarilla, que se celebró en el Hotel Oro Verde, la noche del sábado.

Cuando llegó al puesto donde estaba Matías Oyola, su compatriota y con quien coincidió en las divisiones formativas de River Plate de Argentina, el asunto fue diferente. El reencuentro fue más cálido, porque tuvieron una breve charla y hasta se dieron un abrazo, el distanciamiento social ordenado para evitar el crecimiento de la pandemia quedó a un lado, el motivo valía la pena, pues tenían mucho tiempo sin verse. Tras aquello, se sentó con los directivos para degustar de los deliciosos platos preparados en su homenaje.

Ya en el conversatorio, el Jefecito manifestó su alegría por participar en la Noche Amarilla y resaltó que, a pesar de que no jugó mucho tiempo en Sudamérica, conoce bien sobre la historia del Ídolo del Astillero.

“Encantado de venir a vivir esta fiesta. Uno por la cercanía va conociendo los equipos más grandes de cada país que te toca enfrentar en diferentes países cuando juegas Copa Libertadores y Sudamericana. En Argentina no pasan la Noche Amarilla, pero veía los resúmenes”, destacó el argentino.

Aprovechó la ocasión para recordar que fue su amigo, el brasileño Kaká, quien le recomendó disfrutar al máximo de un evento en cuya historia también está inscrito su nombre.

Su agenda continuó ayer, con una clínica brindada a los integrantes de las divisiones formativas del conjunto torero. En la misma, el excapitán de la selección de Argentina e integrante del Barcelona español le aconsejó a los chicos que disfruten de la carrera, porque para los futbolistas es un privilegio ejercerla.

“No hay nada más lindo y algo que no tiene precio, es vivir de lo que te gusta. De levantarte todos los días con la motivación de hacer todo lo que nos gusta y eso es lo que nos diferencia a los jugadores. Es un privilegio y ese es el enfoque que hay que darle a los chicos”, acotó el argentino.

Tan intensa fue la agenda que tuvo Mascherano en Guayaquil, luego de haber estado en Doha presenciando el Mundial Interclubes, que no tuvo tiempo ni para entrenar con sus eventuales compañeros.

El técnico Fabián Bustos estaba advertido de aquello, y por ese motivo armó una alineación para enfrentar en el partido amistoso a 9 de Octubre en la que su compatriota pueda tener la libertad de moverse por la mitad de la cancha con la tranquilidad de saber que contaría con el respaldo de un grupo que lo ayudaría a disimular su falta de actividad. La fiesta en la cancha estaba servida. GZO-MGD