Todos perdieron. Los árbitros no se presentaron en los partidos de ayer, válidos por la séptima fecha de la segunda etapa de LigaPro.

Fue su respuesta ante la agresión que sufrió el juez central Álex Cajas la noche del sábado, en el estadio Bellavista de Ambato, en el cotejo entre Macará y Aucas. El preparador de porteros local, Héctor Lautaro Chiriboga, le dio un golpe de puño en el rostro, luego de que el réferi señaló un penal verificado por el VAR.

Si bien Cajas decidió continuar con ese partido hasta su finalización, pese a que podía suspenderlo por falta de garantías, los jueces mantuvieron varias reuniones telefónicas posteriores y decidieron paralizar sus actividades.

Y empezó el desfile de comunicados oficiales. Al de los árbitros anunciando su medida, se sumó el de LigaPro, rechazando la agresión pero pidiendo que no se paralicen porque hay varios compromisos comerciales pendientes.

La oferta fue aplicar una sanción reglamentaria para Chiriboga y el compromiso de impulsar un cambio en el reglamento para que los árbitros se sientan más protegidos, al tiempo de establecer castigos más duros. Por ahora, según el texto vigente, Chiriboga recibiría entre dos meses y un año de suspensión.

Pero eso no alcanzó. Entonces llegaron las advertencias. El presidente de LigaPro, Miguel Ángel Loor, indicó que los equipos debían presentarse a sus partidos programados y que si los réferis no acudían, simplemente se exponían a sanciones disciplinarias y económicas.

Así transcurrió el día, con una lluvia de comunicados de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, de Macará, de Aucas, y hasta un mensaje de arrepentimiento del mismísimo Héctor Lautaro Chiriboga en una cuenta de Twitter creada ayer.

Él confirmó a este Diario que se apoyó en las redes sociales para ofrecer la disculpa. Aclaró que no hablará más hasta que se emita su sanción.

Y aparecieron más voces, sobre todo de autoridades del balompié nacional, exponiendo sus puntos de vista. Por ejemplo, el presidente vitalicio de Mushuc Runa, Luis Chango, estuvo en contra de la paralización.

“El traslado del equipo a Manta (debía jugar ayer contra Delfín) nos costó veinte mil dólares. Ese dinero debe ser devuelto por los árbitros. Los jueces no pueden paralizar el campeonato cuando les da la gana”.

Y fue más allá. Para él, Cajas cometió “una payasada” al lanzarse al piso tras un primer intento de agresión.

El entrenador de Aucas, César Farías, se mostró contrariado. Para él, Cajas no debía seguir con el partido. Inclusive, apunta que esa decisión derivó en el resto de errores que cometió.

En esa línea, el entrenador de Macará, Marcelo Fleitas, expresó que espera que “cosas así no vuelvan a ocurrir”.

Héctor Lautaro Chiriboga, 35 años después

El preparador de arqueros de Macará, Héctor Lautaro Chiriboga, ya tiene en su historial una agresión con golpe de puño. Fue hace 35 años, cuando era jugador de Liga de Quito. 

En un partido contra Barcelona, en el estadio Olímpico Atahualpa, se armó una pelea campal por una jugada confusa dentro del área torera. Después de varios minutos, cuando ya se estaba calmando todo, Chiriboga ingresó a la cancha y le pegó por la espalda a Carlos Luis Morales (+).

Ahora Chiriboga está en la mira por la agresión al juez central Álex Cajas. Aunque el preparador de arqueros se disculpó en las redes sociales, no perdió la oportunidad para calificar como “una obra de teatro” la primera caída de Cajas. Según él, no le hizo nada en ese primer encuentro.

Chiriboga será sancionado en las próximas horas. Asimismo, en el Macará están analizando su continuidad como parte del cuerpo técnico.