El Monumental torero ayer no brilló con la misma intensidad que otros días. La leve garúa a lo largo de la avenida Barcelona y el cielo nublado sobre el escenario deportivo se mancomunaban con el dolor de los hinchas canarios que empezaron a sumarse en la conocida tienda, fuera del estadio amarillo, para encontrarse en un abrazo en memoria de sus amigos o compañeros de tablón.

“Estamos aquí desde las 07:00. Yo me enteré porque uno de los chicos allá me avisó del accidente. Perdimos gente muy buena dentro de la barra”, comentó un aficionado que prefirió dejar su nombre en anonimato.

De a poco se fueron sumando más camisetas de Barcelona en esta esquina. Mientras se iban saludando y conversaban sobre el incidente, dos fanáticos sacaron un trapo de una mochila y lo guindaron entre dos arboles. Tenía una leyenda que decía: “Los que alientan son eternos”.

“Es increíble pensar que esto nos sucedió el año pasado y se repite. Pero ese es el riesgo de ser barrista, lo dejamos todo por el amor a estos colores”, dijo uno de ellos mientras amarraba la bandera al tronco.

Mientras unos conversaban del suceso y otros aprovechaban para reunir algo de dinero para comprar comida, una aficionado, quien estuvo en el viaje a Lima, llegó y habló de la mala noticia. “Nadie sabe lo que puede pasar de un momento a otro”.

“Yo estaba en un bus que iba adelante del que se estrelló. Da miedo el carretero porque las curvas son finitas, más llegando a Lima, porque la vía Panamericana es peligrosa. Yo los conocía a todos. Estuvimos contentos, alentando. ¡Qué nos íbamos a imaginar que esto iba a pasar!”, dijo la fanática, que se identificó como ‘Jenny’.

Ella misma relató una gresca suscitada luego del cotejo del jueves contra Sporting Cristal y tiene su propia teoría: “A mí me quedan dudas de que algo hicieron los peruanos. Después del partido (jueves) justo nos íbamos y los de Alianza Lima llegan. Hubo disparos y una de las balas casi le cae a uno de los líderes. Todos los de ese problema eran los que estaban en ese bus. Uno piensa mal”.

Capitán Cavernícola, uno de los miembros más conocidos por sus años en la barra, también habló del incidente y descartó de lleno que se tratase de un ataque de barristas.

“No, no. Allá en Perú hay una policía de carretera. Si los de Alianza iban a hacer algo, los habrían identificado y parado. Esto fue una tragedia”, manifestó.

El Capitán agregó que tiene planeado montar una capilla ardiente en memoria de los fallecidos en este accidente y que la harían fuera, ya que “mañana (hoy) juega Barcelona y después (miércoles) juega con Cerro por Libertadores”.

Por último, otro hincha pidió ayuda para las familias de los fallecidos. “Que no sea solo con foto o un mensaje, (sino) ayudarlos de verdad. (José) Cevallos todavía no paga los huecos (tumbas) de los muertos del año pasado. Ojalá que Alfaro (Moreno) se haga cargo totalmente”.

Vía Cuenca - Molleturo

El dolor sigue latente por otra tragedia

Eran las 06:00 cuando Nicolás Maji tomó su celular y tras abrir su cuenta de Facebook pudo ver las fotografías que llegaban desde Perú sobre el accidente de un bus en el que regresaban decenas de seguidores del elenco amarillo, que habían viajado días antes a Lima para acompañar al Ídolo en el duelo copero ante Sporting Cristal (jueves).

Tras ver las imágenes, Nicolás recordó de inmediato lo que ocurrió con su hermano José, quien el 12 de agosto de 2018 fue una de las doce personas que fallecieron en el accidente que se produjo en el km 55 de la vía Cuenca-Molleturo, precisamente cuando regresaba de un partido que los canarios habían disputado ese día ante Deportivo Cuenca.

“Lo que ocurrió ayer con los hinchas que venían desde Perú me dejó con mucha tristeza, pues recordé los momentos de angustia que pasé cuando mi hermano y otros seguidores de Barcelona sufrieron tras ver jugar al equipo”, expresó el hermano de José.