Ciencia y Tecnologia

Coronavirus: España sigue trabajando por encontrar una vacuna contra la pandemia

Mariano Esteban, quien lidera el proyecto científico para encontrar una cura, asegura que podrían tener lista una vacuna dentro de año o año y medio.

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España es una de los países más afectados por el Covid-19.EFE

El mundo mantiene la expectativa en la comunidad científica, que trabaja sin parar para encontrar una salida ante la angustiante crisis que ha generado el coronavirus. En estas semanas, esa atención se centra en el CSIC de España, y concretamente, en el Centro Nacional de Biotecnología, en donde el científico Mariano Esteban, lidera uno de los equipos de investigación que busca una vacuna contra el Covid-19.

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Este grupo de científicos con experiencia en el tratamiento de la gripe, la viruela o el VIH, ahora es uno de los que trabajan para que el coronavirus pueda pasar a ser visto, salvando las distancias, de forma más similar a una gripe común que a la macabra amenaza que supone hoy.

Ante el surgimiento de un virus, el primer paso es conocer su secuencia genética. En el caso del coronavirus, esta secuencia fue publicada en enero tras estudios realizados en China. Y con esta referencia, fue exactamente donde comenzó el trabajo de Esteban, incluso cuando el coronavirus parecía estar lejos de España, ya que no había contagios y mucho menos muertes.

Tras analizar esta secuencia -el científico que ya había trabajado en vacunas para otros virus emergentes, como el ébola o el zika- escogió junto a su equipo los genes que consideraban importantes desde el punto de vista de vacunación para inducir respuestas inmunes por parte del organismo.

"Diseñamos un vector, un plásmido -una estructura circular de ADN- que se puede insertar en lugares específicos y así insertar genes allí. Luego identificamos las secuencias, los nucleótidos que codifican las proteínas conocidas en coronavirus. Elegimos las zonas importantes e incorporamos las secuencias mediante el plásmido", explica Mariano.

Una vez logrado ese diseño de laboratorio, es enviado a una empresa alemana que sintetiza formas de ADN en el formato concreto que el equipo les pide. Este proceso tardó unas dos semanas, y ya en febrero se dio el siguiente paso: determinar cómo generar la vacuna.

Ahora, a través de la infección de células, logran que los ADN se crucen entre ellos y una partícula se incorpore al lugar asignado. El resultado es un virus en el que el 99,99% lo forma el virus original, y un 0,001% el virus recombinante, el cual es marcado con un fluorescente de colores, ya que ese se convertirá en candidato para ser usado como vacuna. "Es un proceso largo porque has de ir haciendo continuas infecciones hasta lograr dar con algo válido e identificarlo como candidato vacunal", señala el experto.

Aunque es un trabajo extenso, hasta ahora el equipo sigue en la Fase I. Con más de un millón de contagios en el mundo, la presión aumenta. Esteban aclara que a pesar de esa presión generada por las cifras que todos los días aumentan, su equipo no puede hacer más ya que deben seguir el ritmo establecido desde un inicio y así mismo cumplir con los plazos impuestos.

Ya lo que vienes después de esta primera fase son la experimentación animal y los primeros tests en humanos. Etapa que China concluyó hace unas semanas, pero en el caso del proyecto español puede prolongarse durante meses y que, contrariamente a lo que sugerían algunos mensajes, no es ni mucho menos el final.

Esta fase, según los expertos, es más bien el paso previo a la Fase II del estudio: demostrar que ese gen es estable. Es decir, que se mantiene inserto en el cromosoma del virus, algo que se comprueba analizando la expresión de la proteína correspondiente.

"Una vez vemos que el candidato vacunal es correcto, pasamos a la siguiente fase: hacerlo crecer en suficiente cantidad para poder llevar a cabo experimentos en animales. Solemos hacerlo crecer en células embrionarias de pollo, que son libres de patógeno y están autorizadas para experimentar con fines de uso en humanos", cuenta el investigador.

Con este paso realizado, se comienza a experimentar con ratones. Al inocularlo en un ratón tienen que ver si produce anticuerpos y si activa los leucocitos, que son importantes para la destrucción de las células infectadas. Si esto se produce, avanzan al siguiente paso: usar ratones humanizados, que contienen una enzima como receptor humano. Si la vacuna sigue haciendo lo que debe y no altera el organismo, se pasa a la siguiente fase.

Esa tercera etapa es la Fase clínica, en la cual se produce la vacuna en un número suficiente para aplicar en voluntarios sanos. Si se replica el éxito obtenido con animales, se aumenta el número de pruebas hasta las 200 o 300 personas, y en ese caso se buscan expuestos a infectados, como personal sanitario o personas que convivan con contagiados.

Ese proceso demostraría si la vacuna produce un efecto beneficioso, es decir, si el porcentaje de infectados es inferior en vacunados que en no vacunados. Y si se logra un valor estadístico significativo, finalmente se pasaría a vacunar a miles de personas sanas que pueden estar expuestas al virus, y ver si se reduce el índice de contagiados.

"No tardaremos menos de un año o un año y medio en tener lista una vacuna"

A pesar de que países como China o Estados Unidos han anunciado la obtención de una vacuna en los próximos meses, esto no quiere decir que todo esté solucionado. Y tampoco indica que el trabajo hecho en España se descarte, esto porque el genoma del virus puede variar geográficamente -de hecho, el chino es distinto al español-.

Cada país, cada región, tiene población con connotaciones y diferencias entre ellas en cuanto al impacto del virus. La suma de todos los esfuerzos es lo que dará una respuesta adecuada

Mariano Esteban, director del proyecto.
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Una respuesta que, según Esteban, no llegará a la vacunación masiva para la población, hasta dentro de un año o año y medio. "No creo que tardemos menos en tener lista una vacuna. Estoy convencido de que habrá varios prototipos, con varias fórmulas como la del virus atenuado o con proteínas específicas. Veremos cuál de ellos funciona", explica.

Por ahora lo que trae algo de calma es el hecho de que el virus no está mutando rápidamente, y que le permitirá al equipo del experto seguir trabajando sin distracciones para alcanzar la fase II.