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La incorporación de nuevas herramientas digitales requiere de nuevas estrategias por parte de los profesores. Shutterstock

Tecnología en la educación, ¿es suficiente?

Ana Frontela, country manager de UNIR Ecuador, explica qué deben hacer los docentes para que los recursos tecnológicos sean más que un instrumento.

Las herramientas tecnológicas fueron el salvavidas de la docencia durante la época de pandemia. Las tabletas, proyectores y pizarras electrónicas no solo adquirieron protagonismo en esos complicados momentos, sino que demostraron que llegaron para quedarse y ser parte del aprendizaje en todos los niveles: desde los más chicos que recién inician su vida escolar hasta los más grandes en las universidades.

La tecnología educativa consiste en la aplicación de estos instrumentos en los procesos académicos, dejando de lado el lápiz y papel para migrar al aprendizaje en línea, los libros electrónicos y demás. ¿Pero esto es suficiente?

En la feria ‘Educom 2022: Prospectiva hacia una mejor educación’ se explicó a través de un panel que además del uso de las herramientas digitales, los maestros deben cambiar las estrategias y no solo dictar la materia, sino ser gestores que interactúen y guíen a sus alumnos. Además, deben aprender competencias educativas digitales, es decir tener la habilidad para enseñar el uso crítico, creativo y seguro de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en sus clases.

Las tecnologías
de la información
son herramientas indispensables para enriquecer, formar y fomentar la educación en los niños, adolescentes y jóvenes del mundo,
según la Unesco.

Ana Frontela Diéguez, country manager de UNIR Ecuador y panelista invitada, analizó el caso de Minerva, la primera universidad global. Creada en el 2014, ofrece el nivel de educación de Harvard sin tener un campus fijo, y en ella sus alumnos reciben clases virtuales con metodologías innovadoras y que además les permiten viajar y vivir en siete ciudades diferentes a lo largo de la carrera.

Esta universidad, que recibe mayor número de solicitudes que las instituciones más prestigiosas de Estados Unidos, ha revolucionado la educación superior.

“Caminamos hacia una formación en la que tenemos que cambiar ese paradigma arcaico que ya no está funcionando. Las universidades vamos a sobrevivir si nos digitalizamos, internacionalizamos y somos capaces de promover la igualdad”, manifiesta Frontela.

“En UNIR (Universidad del Internet) el 60 % de quienes se matriculan son mujeres que son madres y tienen que compaginar sus estudios con su vida personal y familiar, y esta nueva metodología de estudio se los permite”, destaca.

No vamos a ser una sociedad desarrollada hasta que no usemos el Internet y conectividad para favorecer la igualdad. No es el privilegio de unos pocos, es una obligación

Ana Frontela Diéguez, country manager de UNIR Ecuador.