Carlos y Patricia llevan casados más de 15 años. Ellos eran de esas parejas que como todo el día pasaban trabajando, solo los fines de semana dedicaban unas cuantas horas para ver una película o almorzar en la tranquilidad de su casa. Sin embargo, ahora, a causa de la cuarentena, llevan varios días sin poder salir y por primera vez, desde hace más de una década, han podido pasar tanto tiempo juntos.

Al igual que ellos, miles de enamorados, novios y esposos han modificado su forma de relacionarse con el ser amado durante esta crisis.

¿Qué cambios comunicacionales pueden darse entre ellos, ahora que deben permanecer más tiempo en el hogar y tener que compartir sus rutinas diarias? Es que aunque se amen ‘locamente’, esta variación radical de conducta puede fortalecer o afectar negativamente la relación, detalla Jasmín Lama, psicóloga máster en terapia familiar y de parejas.

Bajo el mismo techo

Entre lo positivo, la experta destaca la posibilidad de que se escuchen más, y haya mayor empatía, respeto, confianza, aceptación, amor y romance. Aproveche ese tiempo para fortalecer su relación, disfrutar de sus compañías y del contacto físico. “Es la oportunidad de crecer al  superar este momento de dificultad”, añade.

A criterio de Rodolfo Rodríguez, psicólogo y sexólogo, el haber estado acostumbrados a un estilo de vida laboral fuera de casa, y ahora tener que verse todo el día, ininterrumpidamente, puede a muchos resultarles difícil acostumbrarse, al punto de no respetar los espacios de trabajo del otro. Ver cómo el esposo se comunica con sus compañeras de trabajo, y viceversa, puede provocar celos y peleas.

“En esta cuarentena se pueden intensificar los problemas que normalmente habían, pero que permanecían escondidos (la falta de confianza, intimidad o comunicación)”, recalca Lama.

Más tolerancia

Es importante que se respeten los espacios dentro de casa, y las actividades individuales que cada uno quiera hacer, sin perder la comunicación con el otro. Hay que afrontar con madurez el reto del encierro sin caer en extremos ni llegar a la violencia verbal y mucho menos física.

En China, el confinamiento a causa de la cuarentena obligatoria llevó a cientos de parejas a entablar demandas de divorcio. Este repunte de solicitudes se evidenció durante las primeras semanas de la crisis, pero días después algunos dieron vuelta atrás a su decisión de separarse. Es fundamental ser positivos y sacarle el mejor provecho a esta etapa.

Despunte y declive de la libido

Rodríguez, vicepresidente de la Sociedad Ecuatoriana de Sexología y Educación Sexual, detalla que en situaciones de alto estrés, el deseo o apetito sexual varía. “Puede tener un repunte, pero también un declive porque cuando el ser humano se siente amenazado durante un proceso de alerta y sobrevivencia, no busca reproducirse, sino cuidarse. La clave es la comunicación, solidaridad, entrega y comprensión en pareja”, comenta.

El sexo y el COVID-19

Si su pareja dio positivo a las pruebas de coronavirus o tiene los primeros malestares, lo mejor es evitar los encuentros íntimos. Pero si ambos no tienen síntomas ni han mantenido contacto con personas infectadas, la situación cambia. Tener sexo puede convertirse en una manera de liberar angustias y tensiones. Los más cautos quizás esperarán que el índice de contagios disminuya para volver a emprender su vida sexual con normalidad, pero según el Departamento de Salubridad de Nueva York, aún no existen pruebas que haya riesgo de contagio a causa del semen o secreciones vaginales. A través de los besos sí podría existir la posibilidad de la transmisión del virus.

Recuerde

• En el caso de requerir ayuda psicológica, los expertos están dispuestos a dar consultas online. Además, la Sociedad Ecuatoriana de Psicopedagogía y Equipos Multidisciplinarios ofrece asesorías de manejo de crisis de ansiedad, pánico y estrés de forma gratuita.
• Aproveche estos días de confinamiento para mantener conversaciones positivas con su pareja y no se centre en lo negativo.
• Comunique sus emociones con respeto y empatía. 
• Ármese de grandes dosis de paciencia para que cuando el uno pierda la calma, el otro esté para ayudarlo, abrazarlo y perdonarlo.
• Busque con su pareja momentos de intimidad, aun con sus hijos en casa. Puede bastar una caricia, un abrazo, besos o un mimo.
• Respete los espacios que el otro necesita, ya sea para estar solo, escuchar su música favorita, leer, pintar, etc.

A kilómetros de distancia

Los ‘tórtolos’ que se encuentran separados físicamente a causa de la cuarentena pueden aprovechar este tiempo para estar consigo mismos y conocerse mejor. “Estos días de autoconocimiento les va a permitir mejorar la calidad de sus relaciones de pareja, ya que la falta de esa cercanía física les va a permitir darse cuenta si realmente se necesitan”, dice Lama.

A futuro, prosigue, el balance de este distanciamiento será positivo. “Comprobarán que, pese a todo, pudieron cuidar y mantener la relación con una comunicación frecuente”.

La era de la tecnología y el internet abren un abanico de posibilidades para contactar a esa persona querida, tanto con la ‘clásica’ llamada telefónica hasta con mensajes de audio y videollamadas. Si su pareja tiene miedo, escúchela y ayúdela a calmarse porque aunque estén físicamente separados, es posible hacer el proceso de acompañamiento desde casa.

Además, Rodríguez recalca que habrá un despunte de intimidad y sexo virtual. Ver y besar a la pareja puede parecer obligatorio, pero las herramientas digitales ayudan mucho. “Eso sí, deben tener precaución porque en internet no se puede poner ‘seguro a las puertas o cerrar las cortinas’. En videollamadas evite enfocar el rostro o marcas de nacimiento. Juegue con luces, sombras y prendas”, acota.

¿Y los solteros?

Si pertenece al grupo de los que no tenía pareja formal, pero disfrutaba de salir a bares y discotecas para conocer nuevas personas y quizás allí encontrar a su ‘media naranja’, entonces es muy probable que también haya experimentado cambios en sus relaciones amorosas.

“En estos momentos es cuando toman fuerza las aplicaciones de citas virtuales y también las conversaciones en línea, pues se han convertido en la vía de escape de muchos hombres y mujeres que anhelan combatir su soledad y ansiedad. Son personas deseosas de socializar”, dice Rodríguez.