Independizarse de la casa de los padres es uno de los pasos más significativos que se dan en la vida. Todos decidimos en algún momento migrar de la casa de nuestros padres y emprender la experiencia de la independencia. Es lo que le sucedió a Zuleyma Roca, una manabita que salió de su ciudad, con apenas 19 años hacia Guayaquil para estudiar una carrera en la universidad y conseguir trabajo. Hoy después de 10 años sabe bien lo que es vivir con buenos y malos compañeros de cuarto.

"Cuando vives con más personas comprendes, entre otras cosas, que nos todos llevan tu ritmo de vida. A veces llegaba súper cansada o molesta por el trabajo y lo que menos que quería era ruido a mi alrededor", explica Roca y reconoce que tener un roomie tiene sus pro y sus contra.

Y es que en Internet vemos títulos como: “Claves para vivir con roomies”, “Cómo sobrevivir a los roomies”, “Trucos…”, como si esta experiencia fuera una especie de jugar a caminar sobre la cuerda floja. Lo que es cierto es que no se trata de una decisión fácil. Como parte de nuestro crecimiento personal es importante considerar lo que psicológicamente engloba este tema.

Paola Cercado, psicóloga clínica, explica que sí hay un beneficio siempre y cuando sepas con quien compartes el hogar. “No es solo coger el impulso y salir corriendo, porque al intentar volar me estrello”. Menciona que es importante conocer su expediente. “Esto es como tener aspirantes a un nuevo trabajo, tengo que considerar toda su hoja de vida y también sus referencias, porque no solo es economía lo que cuidas, es compañía también”, menciona.

Y es que nuestra salud mental y emocional está en juego cuando decidimos buscar un compañero de cuarto; porque en casa esperamos tener la calma que muchas veces no la tenemos fuera de ella.

Por eso Cercado recomienda que “antes de pensar en independizarte primero pregúntate si tienes claros cuáles son tus límites, porque cuando quieres convivir con alguien si no los estableces se convierte en un campo de guerra”.

También recomienda hacer un contrato, por más que exista una amistad y la confianza del caso, ya que dar este paso implica madurez y responsabilidad.

“Somos criados de maneras diferentes, cada persona tuvo sus propios padres con sus valores, creencias, ideologías y filosofías de vida”, agrega la psicóloga en el pódcast Vibrando alto, por eso establecer puntos claros acompañados de una buena comunicación será la clave para una buena convivencia a la hora de elegir un 'roomie'.