Paula Andrea García es una joven  de 28 años que ganó un concurso que se organizó en Guayaquil y en el que se buscaba a los nuevos compositores de pasillos.

El Museo de la Música Popular Julio Jaramillo hizo la convocatoria a esta, su sexta edición, y hace pocos días entregó los reconocimientos de manera virtual.

Paula, artista profesional, recuerda que para ella fue una sorpresa haberse convertido en la ganadora, pues ‘Pequeño colibrí’, el pasillo que le mereció el reconocimiento, era el primero que escribía.

Recuerda que en la cuarentena empezó a recibir clases de guitarra quiteña. Desde hace mucho tiempo quería aprender de los ritmos tradicionales ecuatorianos. Le parecía importante que los músicos de esta generación comprendieran el lenguaje y la riqueza cultural musical que hay en el país, dice.

“Después de sacar dos pasillos, ‘Pasional’ e ‘Invernal’, decidí componer uno”, cuenta. Fue así cómo una amiga que conocía de su gusto por la música ecuatoriana, le envió la convocatoria que realizaba el museo. Se inscribió y un día recibió una llamada en la que le informaban que había sido la elegida. La premiación se realizó por vía Zoom.

La ganadora cuenta que durante este tiempo ha estado trabajando con personas que han realizado investigación sobre los ritmos tradicionales folclóricos ecuatorianos. “He estado aprendiendo cómo utilizar el lenguaje musical ecuatoriano”, indica.

En esta edición del concurso, también destacaron Alfredo Miguel Muñoz, quien obtuvo el segundo lugar, y Karen Márquez, el tercero.

Las bases

Esta edición apostó por una fusión entre lo contemporáneo y lo tradicional. Se permitió proponer innovaciones en estilo, cadencias musicales y en figuraciones rítmicas.