En 14 años, los payasos humanitarios de la fundación Narices Rojas han llevado su magia a más de 300.000 personas. Han sacado sonrisas a quienes pasaban por momentos amargos, pero, además, se convirtieron para muchos en ese soporte emocional que necesitaban. Y aunque la magia tuvo que interrumpirse momentáneamente debido al COVID-19, volvió recargada y de una forma diferente.

La tecnología les permitió reencontrarse y llegar hasta los hospitales que antes visitaban, pero ahora por vía Zoom. Fue todo un desafío volver a sacar sonrisas a distancia.

El esperado encuentro permitió contactarse con los niños de Solca (pacientes oncológicos), con los chicos del Centro Audición y Lenguaje (con discapacidad auditiva) y con los estudiantes del Centro Cuatro de Enero (niños con discapacidad visual).

“Desde que empezó la pandemia no habíamos podido ir a Solca, que es un lugar vulnerable, donde sentimos que realmente nos necesitan mucho. Los niños estaban sonrientes, contestaban felices a nuestras preguntas y con esa capacidad de juego de siempre”, cuenta Raquel Rodríguez, presidenta fundadora de la agrupación.

El doctor Serapio y la doctora Raqueta fueron los encargados de transmitir las emociones positivas. El 20 de junio habrá otro encuentro, con un show, un preestreno de lo que vendrá cuatro días después para el público.

Ellos son ahora los payasos humanitarios virtuales. De los 60 activos, hay hasta ahora 24 que se prepararon para esta modalidad.

No ha sido fácil, pero dicen que se transformaron porque querían seguir llegando al corazón de las personas y descubrieron que la pantalla no los ha limitado. De ese ingenio salen nuevos números, como el de dos payasas que jugaban a ser flamencas y que lograron hacer que los niños bailaran y gritaran ‘¡Olé!’.

Hay definido todo un plan de nuevos encuentros. Este 17 de junio de 2020, a las 19:00, a través de Zoom, habrá una ‘Biblioteca humana’, en la que los voluntarios contarán sus anécdotas en esta aventura de transmitir alegrías. Hablarán de cómo llegaron a la fundación, de los momentos mágicos vividos en los hospitales, de la conexión con los pacientes y familiares y con el personal médico.

Este aniversario llegó recargado de creatividad. Hace un poco más de un mes inauguraron el ‘Tele-Clownsultorio’, que abre virtualmente todos los fines de semana para encontrarse con la comunidad y aliviar los hogares con intervenciones lúdicas. Aún tienen más planes en carpeta.