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Un nuevo modelo de familia es posible con paciencia, amor y comprensión.Shutterstock

La madrastra no siempre es la mala del cuento

Conozca cómo reivindicar este papel, establecer límites y cultivar una buena relación con los hijos de su pareja.

Los cuentos infantiles se han encargado de crear el estereotipo de que la madrastra es la villana de la película. Aunque en la vida real esto no siempre es así, la etiqueta sigue teniendo connotación negativa. Esto, pese a que cada vez es más común (y escandaliza menos) formar una familia o tener una relación con alguien que ya tuvo hijos.

Por ello, este artículo busca ayudar a entender este rol poco definido y con tan mala popularidad y a tener pautas para crear un nuevo modelo de familia que, aunque nace de una pérdida (divorcio o muerte), pueda ofrecer un espacio físico y emocionalmente seguro para todos.

“Cuando se inicia una relación con alguien con descendencia, no se analizan todos los pros y los contras de lo que implica asumir de la mejor manera este reto, y cuando empiezan a convivir, se les hace extremadamente difícil hacerlo de una manera funcional”, señala Bertha de Farah, magíster en terapia familiar sistémica.

Por este motivo para aquellas mujeres que desean llevarse bien con los hijos de su pareja y entender sus heridas emocionales, compartimos una orientación proporcionada por expertos en el tema.

EMPATÍA Y COMPRENSIÓN

Antes de poner reglas o marcar límites en esta nueva relación, los adultos deben considerar además de sus sentimientos lo que está pasando por la cabeza de sus hijos. “A veces los papitos dan por sentado que los berrinches del niño o del adolescente son caprichos, pero en realidad resulta que están gritando una necesidad o un dolor que no ha sido gestionado y aún luchan contra el duelo emocional de la separación de sus padres”, explica Itzel Navas, psicóloga y especialista en manejo emocional.

Entre las primeras reacciones que presentan en esta fase de transición del divorcio a la aparición de la nueva pareja del padre están:

  • Tristeza: ya que se rompe el ideal de que mamá y papá se reconcilien.

  • Culpabilidad: creencia de que algo que hizo o dejó de hacer motivó la ruptura.

  • Rechazo: rencor hacia la persona extraña que ahora es parte de su entorno.

El éxito de la adaptación, a criterio de la profesional, dependerá de cómo maneja el padre la situación manteniendo abiertas las vías de comunicación con sus hijos sobre los cambios que se producirán.

ESTABLECIENDO LIMITES

De acuerdo con de Farah, desde el comienzo se deben aplicar normas de convivencia y considerar:

  • Mantener un mismo discurso.

  • Explicar qué está permitido y qué no.

  • No contradecirse ni desautorizarse.

ASI MEJORE LA RELACION

  • Sea respetuosa, empática y confidente.

  • Cree espacios y actividades para realizar en conjunto.

  • No caiga en provocaciones.

  • Recuerde que existen familias sanas, mas no perfectas.