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Los hombres y el fútbol, más que pasión, es amor

Empezó Qatar 2022, y con ello la fiebre futbolera. Según estudios, esto incide más en los varones desde lo emocional hasta la salud.

Un Mundial del Fútbol siempre suele ser especial. Pero el de Qatar 2022 lo es aún más para los ecuatorianos.

La Tri fue la encargada de jugar en el partido inaugural; asimismo, el primer equipo en anotar goles, y es una de las selecciones con los jugadores más jóvenes.

De ahí que la gran mayoría de los ecuatorianos tiene puesta su atención sobre estos 26 convocados que brillan con luz propia y vienen haciendo trayectoria en clubes internacionales.

Esto hace entender por qué el fútbol se está convirtiendo en un tema por excelencia de conversación. Más aún ahora que hay partidos todos los días, y verlos resulta bastante interesante.

Se mira no solo cuando juega la Tri, sino también las veces que juegan los rivales de Ecuador para opinar sobre la táctica, a quién le sacan tarjeta amarilla, la roja, quién se lesiona, etc.

De acuerdo a estudios científicos, esta fiebre futbolera incide más en los hombres y trae efectos, incluso, en su salud. Ahora entenderá un poco más a su esposo, novio o familiares cada vez que va al estadio o mira el juego por TV.

El partido vs. la pareja

“¿Por qué los domingos te tardas en responder los mensajes?” “¿No te importa que no nos veamos cuando juega tu equipo de fútbol?”.

¿Le resultan familiares esas preguntas? Al parecer ya no son un misterio sin resolver. La fiebre futbolera en los hombres llegó a ser un tema de investigación.

El Instituto de Ciencias Nucleares Aplicadas a la Salud de la Universidad de Coimbra (Portugal) puso en investigación a dos mujeres y 54 hombres de entre 21 y 60 años, y concluyó que la pasión de los aficionados por el fútbol es similar al sentimiento de una persona enamorada.

Los científicos comprobaron que “los circuitos cerebrales que se activan en los hinchas de fútbol son los mismos que en el amor”.

De ahí que se entiende cuando los aficionados hablan de amor por la camiseta. “Las recompensas que reciben en los partidos de fútbol (goles o victorias) ayuda a mantener la motivación y la cohesión de ellos con el equipo”, según el estudio.

¡Peligro cardíaco!

Atentos al corazón. Si bien el equipo les brinda alegrías, nunca faltan las angustias y enojos. ¡Como cuando el VAR anula goles! Ese estrés tiene consecuencias en la salud, ya que pueden desencadenar ataques cardíacos.

Una investigación presentada en una plataforma científica de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC, por sus siglas en inglés) encontró la correlación entre derrotas de equipos de fútbol y ataques cardíacos entre sus aficionados masculinos, que además cuenten con algún riesgo asociado.

En el estudio, participaron 10.529 pacientes con síndromes coronarios agudos (infarto de miocardio y angina inestable). La edad media de los pacientes era de 66,6 años y el 62% eran hombres. Los investigadores concluyeron que un ataque al corazón “puede desencadenarse por un estrés o malestar emocional, como ver a su equipo de fútbol perder un partido importante”.

Una conducta aprendida

A criterio del sociólogo Víctor Renobell, el gusto por el fútbol es parte de la cultura de sociedades. “En la mayoría de casos se enseña a los hijos a ir a la cancha a pasarla bien, animar al equipo y si algo falla o sale mal se piensa en el siguiente partido para volver a empujar al club desde las gradas”. Ello se debe a que “actuamos según lo que hemos aprendido mediante el proceso de socialización”, agrega.

Sobre la fiebre futbolera, también tiene una explicación a nivel de sociología. “Somos seres con sentimientos y por tanto necesitamos espacios donde primen las emociones. El fútbol es un espacio destinado para ello”. Pero debe tener límites para evitar caer en problemas de salud o en la relación con pareja o amigos. “Hay que educar desde niños. Enseñar que vivimos de pequeños momentos de los cuales hay que aprender a disfrutar de ellos y no centrarnos en los malos que nos provocan angustia y frustración social”, sugiere el experto.

  • Cristofer Pontón, empresario

El fútbol es una pasión increíble, que no la cambiaría por nada. Por el fútbol no he comido, he faltado al trabajo, he cancelado citas con alguna chica y he cambiado los planes a mi novia. En los partidos de la Tri tengo siempre la costumbre de ponerme la camiseta de Ecuador, y cada vez que hay nuevo diseño estoy esperando que salgan a la venta para ser el primero en comprarla. Durante los partidos por lo general no me gusta que nadie me interrumpa, no quiero perder de vista ni un segundo las jugadas y me gusta analizarlas. Pero cuando son partidos súper importantes como los del Mundial sí salgo a verlos a algún lugar con pantallas gigantes y entre amigos para ir a apoyar”.

  • Jaime Arellano, periodista deportivo y músico

Desde pequeño mi padre me inculcó el fútbol y por eso somos demasiado futboleros en casa. Aparte jugué en las inferiores de Barcelona SC. Ahora de adulto, los partidos por lo general los veo siempre con bastante gente, y, que por supuesto, les apasione el fútbol. Me gusta que estén mi hermano, mi padre, amigos bien allegados y la pareja. Por este deporte dejé de hacer entretenimiento y música por tres años. Me metí de lleno a hacer periodismo deportivo durante ese período... Podría decir que por el fútbol lo dejé todo”.

  • Danilo Parra, cantante

Los campeonatos del Mundial son los que más me apasionan. Antes de cada partido yo siempre le pido a Dios que dé a los jugadores una mentalidad de vencedores. Pienso que la cuestión emocional es muy importante para ellos. Esta vez el partido inaugural lo vimos en casa de mi hermano José Daniel. Hace poco tuvo a su primera hija, entonces todo fue muy discreto, no pudimos gritar mucho porque había una bebé recién nacida. Pero por lo general vemos los encuentros entre familiares y amigos y hacemos parrilla ambientando con banderas, gorros del Ecuador… Si todos apoyamos desde donde estemos, esa buena vibra le llega al equipo”.

  • Jusueth Morán, médico estético

El partido con Qatar lo vi con mi familia, y como fue en la mañana hicimos un desayuno muy ecuatoriano con patacones, bolones, salprieta, frutas... Entonces fue un momento bastante agradable en el hogar. Tenía planeado ir a la inauguración del Mundial, pero por cuestiones laborales no pude. Sin embargo, para los próximos partidos ya estaré en Doha apoyando a la selección y puesta la camiseta”.