“Como resultado de la pandemia, algunas organizaciones han cerrado sus puertas y otras están próximas a hacerlo, debido a que no solamente estamos con graves problemas económicos sino que además, con las disposiciones y leyes existentes, se nos ha afectado aún más sin considerar la actividad que realizamos”, revela María Delia García, vicepresidenta de la Asociación Coordinadora del Voluntariado del Guayas (Acorvol).

La organización, que agrupa a cerca de 60 fundaciones de la provincia, hace un llamado de auxilio, en apoyo a sus instituciones afiliadas, porque asegura que la ayuda social está en alto riesgo, sin una ley que los ampare y con un impuesto que deben pagar, pues las fundaciones han sido clasificadas por el SRI como microempresas “sin tomar en cuenta que son sin fines de lucro”.

Antes de la pandemia muchas fundaciones enfrentaban problemas económicos, ¿cuál es la situación ahora?

Algunas tuvieron que cerrar y ahora enfrentan las consecuencias de las liquidaciones del personal y han sido demandadas; además, los jueces mandan a pagar hasta tres veces el valor de una liquidación normal por terminación unilateral de la dependencia laboral. Las fundaciones no tienen recursos para contratar abogados, eso las coloca en situación de indefensión. En el caso de las fundaciones activas, muchas venían con problemas económicos y ahora estos se han agudizado.

¿Cuántas fundaciones han debido cerrar en la pandemia?

Estamos pidiendo al MIES (Ministerio de Inclusión Económica y Social) un reporte de qué fundaciones han cerrado desde la pandemia, no solo las afiliadas a nosotros porque el universo nuestro es uno y el de toda la provincia es más grande. Queremos saber con claridad cuántas más se han visto afectadas con esta inactividad que hubo en la pandemia.

¿Cuáles están en riesgo?

Hay varias con graves problemas. Fundación María Gracia (trabaja por los niños de escasos recursos que requieren de ayuda médica) está lanzando un SOS. Es Justo y Necesario (se dedica a la educación) tuvo que cerrar dos escuelas y liquidar personal. Fundación Gabriela María (aporta en el área de la salud) está pasando también por momentos difíciles porque tuvo que liquidar personal y hay pocos pacientes en su dispensario, en el que atiende a bajo costo. Para Otoño Inolvidable (enfocada en los adultos mayores) la situación también es compleja. Y así hay más.

¿Qué medidas están tomando en estos casos?

Estas fundaciones se están juntando para unir fuerzas y ver cómo salen adelante. No están pidiendo recursos al Estado, sino apoyo para su funcionamiento.

Un problema reciente es el pago de un impuesto...

De un día para otro (4 de agosto de 2020) y sin ningún tipo de soporte, el SRI (Servicio de Rentas Internas) a las organizaciones sin fines de lucro nos denomina ‘microempresas’ y dice que como tales tenemos que pagar un impuesto del 2 % sobre nuestros ingresos brutos, los mismos que obtenemos con esfuerzo y principalmente a través de mercados de pulgas, ventas de comida, bingos, bazares, rifas, donaciones... ¿Es justo que tengamos que pagar al gobierno un impuesto por aliviar la carga de los servicios sociales del Estado?

¿Presentaron algún reclamo por esta clasificación?

Enviamos una carta al SRI con fecha 2 de julio de 2021 aclarando que no somos microempresa y el 6 de septiembre recibimos como respuesta que no aplicaba porque hemos presentado el reclamo a destiempo.

Ustedes van a reunirse (hoy) para hacer un llamado a las autoridades. ¿Cuál es el pedido principal?

Que los representantes de los tres poderes del Estado elaboren y acepten una propuesta de Ley del Voluntariado, aún no existente en Ecuador y que en otros países como Colombia, Chile y Perú ya la tienen y es el marco jurídico que ampara el accionar de la institución de voluntariado y a sus voluntarios.

¿Cuál es la situación en Ecuador en este tema?

En 2017 fue presentado el Proyecto de Ley Orgánica de las Organizaciones sin fines de Lucro a la Comisión Especializada Permanente de Participación Ciudadana y Control Social y luego entregada a la presidenta de la Asamblea Nacional de aquel entonces. Es prioritario conocer en qué estado se encuentra dicho proyecto de ley y solicitamos que sea consensuado con miembros de la sociedad civil, incluida Acorvol.

Pero es sabido también hay quienes con el membrete de fundaciones se lucran y la ayuda no llega a quienes debe...

Sí, sabemos que existen muchas organizaciones que hoy bajo el membrete de fundaciones realizan actividades en busca de evasión de impuestos, enriquecimiento personal, plataforma política, olvidándose de la verdadera labor del voluntariado. Pero está el otro lado. Acorvol es un referente de lo que el voluntariado realiza con transparencia en Guayaquil.