Buenavida

¿Hay una dieta para prevenir el COVID-19?

El nutricionista guayaquileño Bruno Sánchez ahonda en los últimos estudios sobre el tema y sugiere qué debemos agregar o eliminar de nuestros platos.

Dieta
Una alimentación balanceada nos ayudará a preparar mejor a nuestro sistema inmune.Freepik

Existen alimentos que promueven un adecuado funcionamiento metabólico, desintoxicando y fortaleciendo nuestros mecanismos de defensa, pero eso no significa que el COVID-19 no nos tocará, pero lo que sí conseguiremos es afrontarlo de una mejor manera, explica el nutricionista guayaquileño Bruno Sánchez.

Cita como ejemplo las recomendaciones de alimentación y nutrición que se dieron para la población española ante la crisis sanitaria del coronavirus (mayo de 2020). Allí se determinó que no hay una aplicación nutricional para tratarlo, pero sí se sugiere abundante hidratación y una alimentación completa y equilibrada.

Otro estudio de esta organización indica que el incremento en el consumo de las grasas saludables ayudará a disminuir el coeficiente respiratorio, reduciendo así el CO2 presente en el organismo, con lo que mejorará el aparato respiratorio.

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"Entre estas opciones tenemos grasas vegetales como el aguacate, las aceitunas, el aceite de oliva virgen extra y aquellas de origen animal como el salmón, la caballa, el atún y los lácteos con probioticos añadidos", explica.

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Las grasas buenas ayudan a mejorar el sistema respiratorio.Freepik

El profesional indica que una dieta rica en frutas y vegetales será ideal para el aporte de vitaminas y minerales que ayuden a regular funciones digestivas, depurativas y de limpieza en nuestro órganos. Es así que podemos aprovechar ciertos nutrientes específicos con poderes curativos, de los que hay algunas evidencias científicas.

  • Zinc: Está en la carne de cerdo, el chocolate negro, las nueces, el arroz integral, la yema del huevo y los cangrejos. Reduce infecciones y logra el 35% de recuperación en procesos respiratorios.

  • Vitamina D: Se activa únicamente con la exposición solar, regulando calcio y fosfato.

  • Probióticos: Están en el yogur griego y cápsulas homeopáticas. Regulan la microbiota intestinal, mejorando la absorción de nutrientes y evitando las infecciones bacterianas secundarias.

  • Antioxidantes: Son el resveratrol y los polifenoles, que están en los cítricos, frutos del bosque y vino, que protegen el corazón y evitan el cáncer.

  • Glutatión: Es un antioxidante y protector de células, tejidos y órganos. Está en la espinaca, el ajo, las uvas, las manzanas, los esparragos y los tomates.

  • Jengibre: Contiene gingerol, una sustancia que incrementa la presión arterial y disminuye la glucosa.

Bruno Sánchez recuerda además que hay que tener cuidado con no eliminar ciertos alimentos de la dieta, pues los carbohidratos, por ejemplo, son indispensables ya que aportan gran cantidad de calorías, sobre todo en situaciones de estrés y problemas respiratorios. Lo importante será la calidad del mismo. Por ello, es mejor evitar el azúcar blanca, la miel en exceso, las harinas de todo tipo, los productos de repostería y priorizar los carbohidratos complejos como el verde, el camote, el zapallo, el maduro, la papa, entre otros.

Recuerda también la importancia de realizar actividad física, de descansar y evitar aquellos hábitos (alcohol, tabaco, automedicarse) que afectan a nuestra salud. Esos cambios en nuestro día a día son clave para estar preparados para cualquier situación que ataque a nuestro sistema inmune.