La sala de juegos en la que los niños esperaban su consulta médica en el hospital oncológico de Guayaquil debió cerrarse cuando comenzó la pandemia. Las integrantes del Comité de Damas de Solca que se encargaban de animar a los pequeños, sabían que aquella medida era necesaria para evitar el contacto y así protegerlos de la COVID-19, pero pensaban también en que el aislamiento les afectaría y que debían buscar la forma de estar con ellos.

En ese momento decidieron probar la alternativa virtual que por esos días tomaba impulso en el voluntariado de la ciudad. Comenzaron a lanzar concursos y las respuestas fueron mejores a las esperadas. Solo para el Día del Niño llegaron más de 25 videos de pequeños que bailaban, se disfrazaban o cantaban. Algunos se adueñaban del escenario y otros compartían el espacio con sus familiares.

Así fueron haciendo volar su creatividad y enviando sus ocurrencias. Allí no había lugar para recordar la enfermedad sino para divertirse. Lo hizo Dylan, que se disfrazó como Peter Pan y también Anderson que mostró sus dotes de bailarín. Carlos tampoco quiso quedarse atrás y hasta su mascota dormilona fue parte del video. Jostyn contó con la ayuda de sus hermanos para disfrazarse y bailar un tema infantil mientras que Laira, con un fondo de corazones, interpretó con su violín ‘El himno de la alegría’.

El proyecto al que se denominó #GuerrerosEnAcción surgió en tiempos de pandemia y espera mantenerse, cuenta Brenda Pino, coordinadora de la sala de juegos. Para este mes ya tienen listo un programa que será lanzado por las fiesta de la ciudad, el 25 de julio. Los niños declamarán y también harán bailes vestidos de guayaquileños. Y habrá más bingos virtuales.

Facebook e Instagram se han convertido en esos medios de contacto con los niños. Y no solo los guayaquileños comparten sus videos, sino que también lo hacen los niños de provincia que suelen llegar a consulta a la ciudad. Es la manera en que se pone una dosis de alegría a sus días, lo que les ayuda también a sus defensas.

• Aprenden de nutrición y maquillaje

El grupo de voluntarias no solo trabaja con los niños con cáncer sino también con las familias, en especial con las madres. Para ellas diseñó un programa virtual al que denominó Ingenieras del aprendizaje.

Comenzaron con un taller sobre nutrición preventiva, terapéutica y estética, dictado por la nutricionista Lesly Torres. Hace pocos días, Lisbeth Baquerizo les enseñó a maquillarse. Buscan que ellas también tengan una vía de distracción y aprendizaje.

• El voluntariado

El Comité de Damas de Solca comenzó a funcionar en 1956 para dar asistencia a los pacientes de escasos recursos económicos. Está conformado por más de 60 voluntarias.