Tan importante como el estado del motor o el carburador, chequear los neumáticos es fundamental a la hora de pensar en la seguridad que ofrece un vehículo. El nivel de desgaste excesivo o una presión deficiente pueden ser la causa de desafortunados accidentes que van desde una simple pinchada de llanta hasta perder el control del volante. Frenoseguro ofrece algunos consejos que todo conductor debe tener en cuenta a la hora de manejar su vehículo.

La presión del aire

• Debe chequearse cada dos semanas. Al hacerlo, ten en cuenta:

• La presión del neumático recomendada está inscrita en el manual del vehículo, en el marco de la puerta del conductor o en el tapón del depósito de combustible.

• Chequea la presión cuando el neumático este frío. Hacerlo cuando está caliente provoca una medición más elevada.

• La presión de los neumáticos debe ser igual por eje, pero diferente entre el eje trasero y el delantero.

• Las válvulas deben estar siempre limpias y protegidas de la suciedad.

• Recuerda que es indispensable chequear también la llanta de repuesto.

Profundidad del labrado

Los neumáticos van equipados con un indicador de desgaste en la banda de rodamiento (TWI) que indica el mínimo permitido para circular con un neumático, esto es 1,6 mm de altura (profundidad del canal de evacuación de agua).

Lo más indicado es cambiar los neumáticos antes de llegar a ese mínimo para asegurar el perfecto desarrollo de todas las funciones para las que han sido diseñados.

Rotación

La rotación de los neumáticos extiende su vida y ahorra tiempo y dinero a largo plazo. Ayuda a que el desgaste sea más regular y, por ende, mejore el rendimiento. Si el manual del usuario del vehículo no especifica un periodo de rotación, este se debe hacer cada 10.000 km.

Alineación

Es el ajuste de la geometría del vehículo y asegura su maniobrabilidad, mantiene el buen funcionamiento de los neumáticos y aumenta su vida útil. Un vehículo puede desalinearse por impactos en huecos, obstáculos u otros más severos.

Balanceo

Consiste en compensar el peso del neumático y el aro en la circunferencia del mismo, de forma que ningún área pese menos o más que otra. El desbalanceo causa desgaste irregular en los neumáticos, vibración y desgaste también en las partes mecánicas que soportan el neumático desbalanceado.

Este procedimiento debe realizarse cuando se cae alguna pesa o se cambian o reemplazan neumáticos y verificarlo cuando hay signos de vibración o desgaste irregular.