Los especialistas aseguran que a partir de los cinco y los siete años comienzan a presentarse los primeros indicios de que algo no está bien con el corazón del perro que se acomoda a los pies de su dueño. Es por eso que se recomienda estar atentos a ciertos síntomas y acudir de inmediato ante el veterinario de la casa.

Andrés Jouvín, ex presidente del Colegio de Médicos Veterinarios del Guayas, asegura que, por lo común, el animal evidencia mucha tos, cansancio, falta de aire, pérdida de peso y hasta desmayos. “Como médico clínico debo estar atento en las evaluaciones a ese tipo de síntomas. Lo primero que mandamos a hacer son exámenes de sangre, rayos equis y electrocardiogramas. Para descartar o corroborar alguna cardiopatía”.

Luego de hacer dicha observación, el especialista tendrá la oportunidad de valorar el alcance de la cardiopatía con el fin de suministrar el tratamiento adecuado. En ciertas ocasiones los animales no presentan síntomas.

“Si no es tan grave el problema puedo atenderlo, de lo contrario, debo derivarlo a un cardiólogo. En Guayaquil, por suerte, ya tenemos especialistas”.

Al igual que ocurre con los seres humanos, la salud del corazón de los perros empeora con la edad. A medida que envejecen, la incidencia de estas patologías puede llegar a tasas superiores al 60%.

Silvia Tafur Chang es especialista en cardiología veterinaria y hace ocho años atiende en Guayaquil, actualmente tiene su consultorio en la vía a Samborondón. Ella afirma que existen métodos como la ecocardiografía que ayuda a identificar enfermedades en el corazón del animal de compañía.

Asegura que cualquier perro de cualquier raza y tamaño puede verse afectado por patologías de corazón. Aunque es cierto que algunas razas están predispuestas a ciertas patologías y no a otras.

En su caso, recomienda que desde los ocho años, cuando el animal entró a la tercera edad, se lo lleve por lo menos una vez al año al cardiólogo.

Los problemas más severos son las enfermedades de la válvula mitral, que se caracteriza porque las válvulas del corazón que separan aurículas y ventrículos se engrosan, lo que hace que se altere su morfología normal y se dificulte su buen funcionamiento.

También las cardiomiopatías dilatadas, que determinan que el músculo cardíaco se debilite y se agrande debido al estiramiento y el adelgazamiento de las paredes del corazón.

Según Silvia Tafur, la mayoría de enfermedades cardíacas, son de por vida, “lo que hacemos es enlentecer el avance el problema cardiovascular para que la vida útil del corazón sea más larga de lo que sería sin tratamiento”.

En Guayaquil, los especialistas cardiólogos, que según Andrés Jouvín, aún son contados con los dedos, ya ejecutan cirugías. Desde extracción de masa hasta operaciones del pericardio.