coronavirus-ecuador-cecilia-tecchi-familias-pandemia
Diario de una madre en cuarentena desde Ecuador. Día 15.Jean Scheijen

Diario de una madre en cuarentena | Día 15: familias en pandemia, influencers y Whatsapp

 Coronavirus, perfección en redes sociales pese a la crisis, nuevas redes de soporte de gente real y más. Lee Diario de una madre en cuarentena.

A medida que avanza la cuarentena por coronavirus la gente se va agotando. Ya no vemos esas expresiones alegres y optimistas de los primeros días, sino que ahora todos parecemos haber tomado conciencia de que esto es duro.

Por otro lado, parece que mis hijos son los únicos que la están pasando fatal. Los hijos de todas mis amigas y conocidas están en su mejor momento, muy felices y disfrutando como nunca antes. En esta casa las cosas son un poco diferentes. Nosotros disfrutamos demasiado ir al parque, es una parte fundamental de nuestra rutina y de nuestras vidas. Correr por la cancha de fútbol con la pelota es, para mi hijo, el mejor plan posible y nada lo entusiasma más que ir al jardín.

A veces hay que despertarlo para que tome el desayuno o subirlo al carro con galletas en la mano, pero nunca fue sin ganas a la escuelita. Como dicen en mis pagos, lo que se hereda no se roba. Siempre me gustó ir al colegio.

Sofía Baquerizo

Sofía Baquerizo: series y películas preferidas para vencer la cuarentena

Leer más

Él empezó a gatear en el parque al que íbamos todas las tardes cuando tenía unos 9 meses. Mi hija está en las mismas pero en la sala de mi casa. Pasamos ratos en el patio, hasta que los mosquitos nos ahuyentan dejándonos los brazos y tobillos hinchados con sus picaduras.

Intentamos hacer pan y no resultó. Tampoco tiene ningún efecto divertido sacar papeles y crayolas. Por estos días, sólo una suerte de básquet improvisado y saltar como locos al ritmo del 'Osito Gominola' es para lo que el niño tiene energía inagotable.

Pero siempre hay luz al final del túnel y ayer la vi en una reunión virtual que hicimos con algunos de mis amigos del colegio (Zoom, gracias otra vez). Uno de ellos contó que él y su mujer están diferentes con esto de estar encerrados y que su hija (que tiene 15 días más que la mía) también está distinta.

En fin… así es con los hijos, todos estamos haciendo lo que podemos y sé que hasta las mamás más optimistas pasan momentos de angustia y desesperación. No a todas nos funcionan las mismas recetas. Los sellos hechos con papas crudas son un éxito un día, dos días, pero al tercero el niño ya te mira raro. Igualmente es mucho más fácil para quienes pueden estar en casa con alguien que no esté trabajando y ayude en el entretenimiento.

Mundo

"No es el fin del mundo, es el comienzo de uno nuevo"

Leer más

Cambiando un poco de tema, ¿se han dado cuenta de que en estos tiempos de coronavirus todas las influencers de moda ahora pretenden serlo de cocina? Ya no suben sus atuendos diarios, sino sus platos de fideos, risotto y demás recetas complicadísimas. Van en contra de los cocineros, mientras ellos nos están facilitando la vida, estas chicas y señoras nos la ponen más difícil con sus propuestas sofisticadas y rebuscadas. ¿Dónde consiguen esos ingredientes, chicas? ¿Y si se alejan de un mundo perfecto y se acercan al mundo real?

Por eso adoro los grupos de madres en WhatsApp, ya que son una oda al bolón, al tigrillo, al seco de pollo, a la salsa de fácil preparación para darle sabor a ese pollo con arroz, ingredientes fieles que siempre nos sacan de apuro. Aunque aquí nos hemos entregado a los fideos con salsa bolognesa y al ecuatorianísimo pan de yuca.

Uno de los grupos de mamitas en WhatsApp del que formo parte es el que más me está ayudando en esta cuarentena. Allí nos pasamos tips, hacemos catarsis cuando no podemos más, nos reímos de nuestros maridos (a veces de forma amorosa, otras no tanto), nos contamos cuál supermercado está abastecido, intercambiamos datos de personas que venden diferentes productos a domicilio. Todas ellas son un abrazo virtual en los momentos de angustia. Son manos que ayudan. Son una muestra más de que no seremos los mismos cuando ya hayamos despertado de esta pesadilla llamada coronavirus.