La terapeuta familiar Karina González de Cucalón confirma que los citados síntomas son experimentados actualmente por muchas personas que no soportan el confinamiento. Explica que mientras unas tienen mayor capacidad de adaptación, otras se desmoronan rápidamente.

"Es fundamental no concentrarse en los problemas del encierro sino mantenerse ocupado y comunicado con sus familiares y amigos, aprovechando además los recursos que ofrece la tecnología", dice González, especialista en manejo del estrés, miedos y temores, sin medicación.

Sin embargo, aclara la experta que, cuando las crisis de ansiedad son muy fuertes, la persona debe buscar ayuda profesional con el psiquiatra, quien decidirá la medicación correspondiente y adicional a esto es importante la terapia a seguir, ya sea conductural, espiritual o de acompañamiento.

¿Qué hacer en casa?

• Llama a una persona con la cual puedas desahogarte y te brinde apoyo terapéutico, un consejero, orientador, terapeuta, psicólogo.

• Si tienes necesidad de gritar, hazlo, pero con frases positivas, porque recuerda que la palabra tiene poder: Por ejemplo di: En esta casa nadie se enferma, nadie se muere, Dios está conmigo.

• Mantente ocupado: Haz una lista de actividades desde temprano en la mañana hasta la hora de acostarte que incluya desayunar, hacer ejercicio, cocinar, limpiar la casa, reparar algo, leer, descansar y orar en familia.

• Toma sol y revitalízate, recuerda que necesitas de vitamina D para fortalecer tus huesos; y haz ejercicios para expandir los pulmones, mover el cuerpo y las piernas complementado con actividades de respiración al unísono.

• Fortalece tu fe: Cultiva tu vida espiritual, lee temas o libros espirituales, agradece, perdona, rectifica.

Los síntomas:

-Crisis de ansiedad

-Deseos de gritar y salir corriendo

-Dificultad para respirar

- Falta de apetito

- Sobresaltos