Mujer embarazada
Durante y después de la gestación el vínculo entre madre e hijo se fortalece.Pixabay

Tu cerebro cambia durante el embarazo

Cuanto más se modifica este órgano durante la gestación, más se incrementa el vínculo maternofilial, dice un estudio español

¿Sabías que durante la gestación tu cerebro cambia? Sí. Esta alteración sucede, específicamente, en la zona del núcleo 'accumbens', y debido a ello eres capaz de experimentar alegría, amor y apego, al punto de sentir que estás 'enamorada de tu bebé'. Así lo revela el estudio, llevado a cabo por el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, la Universidad Autónoma de Barcelona, entre otras instituciones.

Los investigadores analizaron los datos obtenidos de las resonancias magnéticas que se realizaron a madres primerizas, antes y después del embarazo. Los resultados, según la publicación Muy interesante, determinaron que mientras más se reducía el volumen del núcleo accumbens en las mujeres, más se activaba dicha zona cuando a la madre se le presentaba, por ejemplo, imágenes de su hijo.

“Hemos comprobado que cuanto más cambia el cerebro durante y después del embarazo, más se incrementa el vínculo maternofilial”, precisa la investigadora Susana Carmona, coordinadora del proyecto.

Los cambios en el cerebro de la madre se mantienen por aproximadamente dos años, edad en la que el niño empieza a ganar autonomía.

¿Qué es el núcleo accumbens?

Según la psicóloga Carol Obando diversos estudios demuestran que la percepción y las emociones cambian en la mujer  y la deja lista para actuar durante el embarazo y en periodos posteriores al parto. 

Explica que la región 'accumbes'  es la encargada de los sistemas de motivación y recompensa (neurotransmisores como la serotonina y dopamina se activan al máximo otorgando una sensación de felicidad) que a su vez tienen relación con los sistemas límbico y el hipocampo, en los cuales se procesan las emociones y la memoria, respectivamente.

Y es por las citadas razones- prosigue la experta- que la madre está en alerta a la mínima manifestación de su hijo como el llanto o su despertar. Además, se agudizan los sentidos del oído y del olfato. También pueden presentarse olvidos pequeños dando una sensación de despiste durante el día; sin embargo los beneficios son más fuertes y el bebé se convierte en el estímulo más llamativo, importante y placentero "desarrollándose una relación muy estrecha entre ambos, lo cual garantiza la protección y sobrevivencia del bebé".

Madre e hijo
La zona del núcleo 'accumbens' en el cerebro de la madre es el que le permite desarrollar esa conexión con su bebé,Pixabay

El cariño y el apego también están relacionados con el núcleo 'accumbens', es así que durante el embarazo el cerebro se modifica para que el desarrollo prenatal esté seguro y lleno de amor". 

Psicóloga Carol Obando