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Carla Zarlenga: “Nunca dejaré de ser periodista”

En su plenitud habla sobre su familia y el tránsito de una exitosa carrera que la ha cambiado en todo sentido. En SEMANA nos lo cuenta ¡todo!

Carlza Zarlenga, periodista
Carla ZarlengaKarina Defas

Natural y espontánea, el encuentro con Carla resulta una grata experiencia. La recordarán en los noticieros de Teleamazonas, donde estuvo cerca de dos décadas al empezar muy joven -una semana después de dar a luz a su primera hija, Nicole-, cuando Abel Castillo apostó por su bien templado carácter, carisma y gran potencial. Y vaya que no se equivocó al amplificar su carrera en diversos cargos y medios de comunicación.

Guayaquileña de nacimiento, Carla es el resultado de una aleación argentino-ambateña que se traduce en una genética generosa hasta en la piel. A sus 51 años, sin ápice de maquillaje, lucen intactas aquellas facciones que la hicieron tan reconocida en su momento. Asegura que nunca se ha puesto bótox y que se cansó del maquillaje, pero la verdad, no necesita nada para verse guapísima e impecablemente fresca.

Franca y directa, cuenta que nunca abandonó ni abandonará su carrera periodística, pues el oficio en el que está inmersa le permite desarrollar otros aspectos del mismo: “No requiero de un medio masivo de comunicación para vivir el periodismo. Por mis venas la curiosidad e inquietud por saber, por indagar, crear y compartir conocimientos, por cuestionar y autocriticar -características de todo periodista- están intactas. Esa conexión con la pasión, con el riesgo, sobre todo la capacidad de asombrarme del mundo que me rodea, están estrechamente ligadas a mi actual profesión”, enfatiza.

La Carla de 20 años atrás caminaba por el mundo de una manera diferente, más limitada en su capacidad de vivir, sentir y expresar emociones.

Sus primeras obras

Junto a su esposo Alfonso Espinosa, es coautora de 4 libros “Be Coach” (con más de 1.500 páginas) que abordan la experiencia y conocimientos adquiridos las dos últimas décadas sobre el coaching ontológico, una ruta compartida en la que ha crecido y madurado en todos los aspectos, dice. “Ha sido un trayecto que nunca deja de sorprendernos. Con mi esposo amamos lo que hacemos y nos sentimos afortunados”.

Carla Zarlenga junto a su esposo Alfonso Espinoza
Carla Zarlenga junto a su esposo Alfonso EspinozaFoto CortesíA

Coach ontológico, además es facilitadora de procesos de aprendizaje en las escuelas de liderazgo de la compañía que fundó con Alfonso (To Be Company). En el 2003 tomó el riesgo y el resultado ha sido un éxito: “Empezamos con algo de incertidumbre y miedo, pero también con mucha ambición y optimismo por dos razones: Con Alfonso sabíamos que podríamos ayudar a otros como coaches, pero también aprender de las personas que confían en nosotros. En esta profesión no se trata solo de lo que puedes dar, sino también de lo que recibes de otros. Es una experiencia cargada de gratitud, de mucho amor y admiración”.

Cabe preguntar en qué aspectos ha influenciado en su vida esta corriente y, categórica responde: “En mi caso personal, el trabajo corporal que hice en biodanza -oficio que se ha convertido en un complemento importante para el coaching-, es el que tuvo mayor impacto en mis emociones y lenguaje. La Carla de 20 años atrás caminaba por el mundo de una manera diferente, con menos permiso para fluir por la vida, más limitada en su capacidad de vivir, sentir y expresar emociones. Hoy, la fluidez corporal, emocional y lingüística que tengo es el resultado de todos estos años en los que he ejercitado las herramientas y distinciones tanto del coaching ontológico como de la biodanza”.

Vivir a plenitud

Su historia de amor es diferente a las demás porque empezó de forma inesperada con un embarazo que debió enfrentar valientemente a los 19 años. No obstante, el apoyo incondicional de su madre, hermanas y amigos entrañables fue fundamental para que sea un evento dichoso y bienvenido, mientras Alfonso logró conquistar el corazón de esta formidable mujer con la que se casó felizmente: “Éramos dos chicos que a los 20 y 21 años se enamoraron y, tras una montaña rusa de eventos que pudieron haberlos distanciado, fueron lo suficientemente valientes y maduros para apostar el uno por el otro y ¡funcionó! A pesar de que sus posibilidades de éxito no estaban a su favor: con 20 y 21 años, una hermosa bebé que los unía, dos trabajos con recursos económicos limitados y estudiando en la universidad, era nuestra realidad cuando comenzó nuestro matrimonio. Y debo confiarte, ha sido la etapa más hermosa de nuestras vidas”.

Han pasado 29 años y el hogar que ambos formaron ha sido un eje de unión y apoyo infranqueable, con hijos ya independientes que han tomado su propio rumbo - Nicole de 30 años, Alfonso de 27 y Mateo de 25-. Orgullosa de la crianza de sus hijos, piensa que el hogar equilibrado que tuvieron, con base en la confianza, coadyuvó a que sean jóvenes bien formados y felices.

Actualmente pasa la mayor parte del tiempo en su casa de campo en Mindo, junto a su esposo, donde escribieron sus libros, trabajan y descansan también; no obstante, tiene la certeza de que su vida dará otro giro al llegar los nietos, porque su sueño, indudablemente, ¡es ser abuela!

Los hijos de la periodista Carla Zarlenga
Sus hijos, Nicole de 30 años, Alfonso de 27 y Mateo de 25foto Cortesía

  • Cara a Cara

Siendo líder en el tema del coaching ontológico ¿cómo funciona su hogar?

(Jajajaja) Es un hogar como cualquier otro, a veces con dificultades, pero resolvemos los problemas en pareja o familia. Lo que no nos permitimos es callarnos.

En una ruta compartida ¿cómo ha sido el encuentro en el trabajo con su esposo?

¡Fantástico y complementario! Sabemos en lo que el otro es bueno y mejor, aprovechamos esas destrezas y habilidades para desarrollar, diseñar, crear nuestros productos y estrategias de negocio y, aunque en ocasiones no estemos de acuerdo, buscamos consensos. ¿Adivina quién suele ganar las negociaciones? jajaja.

¿Qué crisis ha atravesado y cómo los ha enfrentado?

Ufff...he sufrido pérdidas importantes que me han llevado a sentir mucha tristeza, a ratos resentimiento y frustración. ¿Cómo los enfrenté? Reconectándome con mis sueños, perdonando y encontrándole el sentido de lo ocurrido para mi vida.

El tiempo pasa inexorable ¿cómo lo siente usted?

Para mí el tiempo está en el presente y en el futuro, lo disfruto, lo gozo, lo valoro y soy agradecida de tenerlo a mi alcance para vivir el hoy y el mañana.

¿Sus metas profesionales?

Escribir un par de libros más.

¿Lo más sobresaliente en su vida?

Mi matrimonio y mis hijos. Esos son los “higthlights” de mi vida.

  • Estudios:

Coach Ontológica Senior | Maestra de Biodanza | Periodista | Morfopsicología | PNL | Coautora Colección de los 4 libros BeCoach.

Carla Zarlenga
A sus 51 años luce guapísima e impecablemente fresca.Karina Defas