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Suegra tóxica
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“¡Ayuda! Mi suegra es tóxica”

Quizás, usted ha escuchado o exclamado en algún momento esta frase. Conozca por qué ocurre y cómo actuar ante esta problemática.

“Cuando aún vivía conmigo, yo sí le planchaba la ropa todos días antes de irse al trabajo y me alcanzaba el tiempo sin problema”, fue la frase que la suegra de Natalia (30), le dijo durante una fiesta familiar al ‘aconsejarla’ sobre cómo debería atender a su actual esposo. Ese comentario, hizo que durante varios días la pareja discutiera porque él defendía a su mamá y no comprendía lo incómodo de la situación para su esposa. 

Como este, hay varios casos de parejas (novios o esposos) que en más de una ocasión han pasado por una situación similar. Y aunque al comienzo puede sonar chistoso, este malestar ocasionado por la mamá de alguno de los ‘tórtolos’, sí tiene un alto nivel de injerencia en los temas por los cuales las personas van a terapia de pareja, dice el psicólogo y sexólogo Rodolfo Rodríguez.

Desde su experiencia, el experto indica que cuando van a consulta, los pacientes no lo señalan como punto focal del problema. Sin embargo, luego uno de los dos reconoce: “Mi pareja hace esto o aquello, y siempre escucha a mi suegra. Le hace caso o me compara con ella”.

Aunque asegura que las separaciones por culpa de las suegras no son frecuentes, admite que sí ocurren y se agravan en aquellos varones que sufren de ‘mamitis’, el gran mata pasiones de una relación. “La suegra tóxica o metida ‘ también existe del lado de la esposa, pero no es razón para que el rompa con una relación”.

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¿Por qué ocurre?

La psicóloga Doménica González explica que la ‘suegra tóxica’, surge porque no existe una delimitación entre ella y las decisiones que se toman en pareja. “Debemos recordar que una relación es solo de dos. Los que son ajenos a la misma pueden opinar mas no entrometerse “hay una línea muy fina entre ambos vocablos que, si no se tiene cuidado, veremos involucradas a las suegras tóxicas”, sostiene la experta.

Añade que si las críticas son malintencionadas y el hijo no pone un alto y pide respeto por su pareja, puede ocasionar que esta se sienta menospreciada y sin apoyo, lo cual es perjudicial para una relaicón en la que también pueden salir lastimados los hijos.

Existen algunos patrones de comportamiento frecuentes en este tipo de suegras como: querer tomar decisiones sin concenso previo sobre los hijos o el futuro familiar.

Señales de alerta

Antes de iniciar una relación seria con alguien, Rodríguez recomienda definir si la pareja sufre de ‘mamitis’ y si analiza todas sus acciones bajo la aprobación de su madre. Además, es crucial que las mujeres identifiquen si el hombre las compara consciente o inconscientemente con quien será su suegra. A largo plazo, esta acción puede herir el ego de su media naranja.

Recuerde que la edad no es factor determinante para este tipo de comportamiento. Se puede tener 20 o 50 años y seguir necesitando la aprobación materna.

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Consecuencia en la alcoba

Cuando la suegra ‘tóxica’ vive bajo el mismo techo que la pareja, existe más probabilidades de que se afecte la intimidad y comience a mermar el apetito sexual de ambos. “Si la mujer es la afectada, siente que le quitan su feminidad y el lugar que le corresponde en la relación. Mientras que el hombre se cree doblemente atacado porque dos mujeres le restan autonomía y autoridad. Incluso puede querer reivindicarse con una posible infidelidad para compensar el reconocimiento que no tiene de su esposa”, analiza Rodríguez.

Qué hacer

El problema continuará hasta que uno lo permita. Los expertos recomiendan:

  • Definir el rol y límites de cada persona.
  • Las opiniones deben ser constructivas, no destructivas. Si ocurre, muéstrese indiferente ante comentarios incómodos. Al ver que no surten efecto, las críticas pueden disminuir.
  • Consultar a un especialista en salud psicológica para tener terapia de pareja y solucionar el problema de raíz.
  • Es mejor no comentar temas íntimos a la suegra.
  • Debe entender que una vez que las personas viven fuera de la casa de los padres, existe el ‘corte del cordón umbilical psicológico’, para que no se mantenga una atadura emocional del hijo que cause dependencia.
  • Debe existir un equilibrio entre la interacción con los grupos sociales, el aspecto familiar y el tiempo a solas como pareja.

Debe saber

La pluriculturalidad entre las parejas también puede ser un factor por el cual surge esta problemática. Rodríguez cree que quienes más consideran que tienen suegras tóxicas suelen ser las personas de ubicaciones geográficas donde está acuñado que el hijo o hija esté en casa por mucho más tiempo. Los latinos suelen ser mucho más familiares en comparación a otras nacionalidades, como la estadounidense.