Desafío. La región vitivinícola de Mendoza es una de las más peligrosas del planeta.

Hacer vino en la region mas amenazada por la naturaleza

Hacer vino es una tarea pesada en la mayor parte del mundo, al tener que lidiar con heladas, granizo, sequía o incendios, pero en ninguno es tan duro como en la provincia argentina de Mendoza, donde se confabulan todos estos fenómenos.

Hacer vino es una tarea pesada en la mayor parte del mundo, al tener que lidiar con heladas, granizo, sequía o incendios, pero en ninguno es tan duro como en la provincia argentina de Mendoza, donde se confabulan todos estos fenómenos.

En Mendoza (oeste de Argentina) concurre “toda la gama de peligros naturales”, además de los terremotos, que son frecuentes, según una investigación publicada el miércoles.

La región encabeza un nuevo índice de áreas vitivinícolas más afectadas por las inclemencias de la naturaleza.

“Vemos que Mendoza, que tiene sismos, granizo, inundaciones, la gama completa de azares naturales (...) es el número uno”, dijo James Deniell, del Instituto Tecnológico de Karslruhe, en Alemania, que colaboró en el estudio.

En segundo y tercer puesto se sitúan Georgia y Moldavia, respectivamente, “países que obviamente tienen un PIB más bajo pero en los que el porcentaje de su PIB fruto del vino es muy elevado”, declaró.

El noroeste de Eslovenia está en cuarta posición, y el valle Yaraqui de Japón en quinta, según el ‘Global Wine Risk Index’, que evalúa los riesgos en la producción de vino.

El mapa cubre 110.000 bodegas de 131 países que producen unos 26 billones de litros cada año, afirmó Daniell.

Se calcula que la industria contribuye directamente con 330.000 millones de dólares a la economía mundial cada año.

Pero “es una industria altamente vulnerable”, explicó Daniell. En torno al 10 % de la producción de vino anual se pierde a causa de los peligros naturales, con una pérdida estimada en unos 10.000 millones de dólares.

Así, el granizo le costó a los viticultores de Borgoña (Francia) hasta el 50 % de sus cosechas en más de cinco años, hasta 2016, según el estudio.

En 2010, Chile perdió 125 millones de litros de vino a causa de un terremoto.

Se espera que esta nueva herramienta ayudará a los viticultores a prepararse mejor.