La primera hipótesis que hasta ayer manejaba la Policía, en torno al asesinato de Aníbal López Briones, funcionario del Municipio de Balzar, cantón del Guayas, es la de una venganza. El hombre fue tiroteado la noche del pasado miércoles a tres cuadras del Cabildo.

La víctima, que laboraba como fotógrafo del departamento de Relaciones Públicas de la actual administración municipal, transitaba en una moto en compañía de un supuesto amigo, cuando fueron sorprendidos por dos sujetos que también se movilizaban en moto.

Según se conoció, Aníbal fue bajado a punta de disparos del liviano vehículo y ya tirado en el pavimento lo remataron. Recibió más de cinco disparos en su cabeza, tórax y espalda. Mientras que su acompañante también resultó herido, pero este abandonó el lugar.

Hasta ayer, agentes de la Unidad de Muertes Violentas (Dinased) de El Empalme trataban de identificar y ubicar a este ciudadano, que es el testigo presencial de la balacera.

Amigos de López arribaron ayer muy temprano hasta el Cabildo local, para solidarizarse con los funcionarios del departamento donde Aníbal laboró por cinco meses. “Era un gran compañero, activo y responsable”, expresó José Palomeque, miembro del departamento de recursos humanos.

Mientras que el alcalde, Álex Zambrano Alcívar, extendió su solidaridad a los familiares de López durante el funeral, que se realizó en medio de la consternación y el temor, ante un posible nuevo atentado.

Horacio Pérez Sánchez, jefe del Distrito Policial de Balzar, declaró que la muerte del funcionario fue selectiva. Los familiares no han colaborado en la investigación. “La motivación sería presuntamente por una venganza, lo cual estamos investigando a fondo”, reveló.