Más demoró el presidente de la Conaie Jaime Vargas en caminar casi tres cuadras, desde la Fiscalía General hasta el edificio Eteco, junto a Flagrancia, que en dar su versión en un expediente abierto por posible subversión.

La Fiscalía inició de oficio una investigación previa por unas declaraciones formuladas por Vargas en un encuentro indígena en la Amazonía en el que hablaba de la conformación de un ejército indígena que proteja a las comunidades.

En los menos de 15 minutos que estuvo en la diligencia, Vargas aseguró que dejó claro el alcance de sus expresiones. Afirma que no habló de conformar grupos armados sino que se refirió a los que ya existen. Habló de guardias comunitarias como los Wio o Arutam conformados para brindar seguridad a dirigentes, fiestas ancestrales, entre otros.

Su llamado a dar versión lo toma como persecución política de la que responsabilizó al gobierno del presidente Lenín Moreno. Dijo que hay al menos 500 dirigentes que fueron llamados a dar versión y que —aseguró— también son perseguidos.

Lenín Sarsoza, del equipo jurídico de la Conaie, mencionó que la versión de Vargas se encamina en evidenciar que los pueblos indígenas están amparados en tratados y convenios internacionales en donde las guardias indígenas constituyen un elemento sustancial para proteger su territorio.

Anunció además que en 10 días ya estará lista la demanda que presentará la Conaie en contra del Estado por presuntos excesos de la fuerza pública durante las protestas de octubre de 2019. 

El defensor dijo que ahora la Conaie reconoce la existencia de al menos nueve personas fallecidas de las que recopilan la información que adjuntarán para presentar en la CIDH. Pero Jaime Vargas insistió en que fueron 11 personas fallecidas.

Acompañando a Vargas estuvieron dirigentes del Frente Popular y del exMPD como Nelson Erazo y Geovanny Atarihuana.