La decisión es oficial. El Concejo Metropolitano del Municipio de Quito resolvió ayer, 28 de julio de 2020, que los propietarios de transporte público de la ciudad acudan a los centros de revisión vehicular para cumplir con la supervisión técnica. Eso, pese a que los transportistas señalaron que corren el riesgo de contraer coronavirus en el lugar.

Doce concejales consideraron que pese a los peligros de contagio, los taxistas y propietarios de buses y transporte escolar deben ir hasta uno de los dos centros de revisión técnica y cumplir con el trámite presencial. Esos centros están en Guamaní (al sur) y Calderón (norte), dos de los puntos con mayor número de casos positivos de Covid-19 en la capital. 

Los taxistas realizaron caravanas y protestas para solicitar que se les de el mismo trato que a los propietarios de vehículos particulares. Es decir, que se suspenda la revisión presencial en este año. Los concejales que apoyaron la propuesta aprobada explicaron que se les retiró una de las dos revisiones anuales que debe cumplir el transporte público.  

El alcalde de Quito, Jorge Yunda, pidió que se suspenda las dos revisiones para los taxistas y el resto de involucrados porque se expone a la ciudadanía. Su pedido no fue escuchado. 

Sobre las fechas de la revisión presencial, el Concejo Metropolitano no ha dado fechas ni ha decidido un modelo de cronograma.