Salinas
Desfogue. A mediodía, con la playa llena de turistas, se abrió la alcantarilla.Jesús Bernabé / Expreso

Cisneros: “Este sistema de desfogue no se puede cambiar”

Un vertido de agua sucia en el mar alertó a los turistas de Salinas. El alcalde Daniel Cisneros dice que es un proceso normal ante las lluvias

La historia se repite. Turistas que se bañaban cerca del mediodía de ayer en la playa de San Lorenzo de Salinas se quedaron sorprendidos cuando personal del Municipio de ese cantón llegó con una retroexcabadora, abrió un canal entre la arena, y empezó a desfogar aguas sucias, y que emanaban mal olor, desde una alcantarilla hacia el mar.

“No puede ser que estén contaminando. Esto para mí no es aguas lluvias sino de alcantarilla, mire el color. Ya no dan ganas de venir a Salinas si está contaminado el mar y peor que lo hacen cuando uno está disfrutando con la familia y los amigos ¿Qué les pasa? Así espantan el turismo”, dijo enojado Fabián Cruz, turista de Guayaquil.

“Está muy mal este accionar, yo vengo con mi familia de Durán y tenemos que ver estos episodios, se debió tomar otras medidas”, dijo Eduardo Valencia, otro turista que decidió abandonar la playa.

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Los reclamos fueron subiendo de tono y, como recurso de resistencia, decenas de ciudadanos colocaron mallas de fierro de las propias autoridades, para que los vehículos no circulen, generando un caos vehicular que impedía que otros turistas se desplacen hacia Chipipe.

Cerca de cincuenta policías tuvieron que intervenir para calmar a los ciudadanos que se manifestaban en contra de la medida municipal.

"El Municipio dijo que eran aguas lluvias, pero vemos que hay restos plásticos y sólidos que van hacia el mar".
Capitán Carlos Inga,
jefe de Policía del circuito Salinas

El vertido de agua hacia el océano también se viralizó de inmediato en redes sociales por medio de vídeos y fotos en donde se podía ver una gran mancha negra que se mezclaba con el agua en el que se bañaban miles de turistas que llegaron al balneario por el feriado.

Salinas se convirtió en tendencia en menos de dos horas, pues los usuarios decían que se trataba de aguas servidas.

Las denuncias ciudadanas llegaron hasta el ministro del Ambiente, Raúl Ledesma, quien dispuso abrir una investigación sobre la responsabilidad de lo ocurrido en Salinas.

“Nosotros trabajando por cuidar las playas y autoridades cometen actos irresponsables sin notificación alguna. Hemos puesto ya la denuncia a la Fiscalía para que se investigue el cometimiento de un posible delito ambiental y se sancione con la mayor severidad y rapidez a los responsables”, escribió en su cuenta de Twitter.

Sin embargo, pese a la sorpresa de los visitantes y del Ministerio del Ambiente, el problema no es nuevo. El año pasado este mismo Diario informó sobre el malestar y preocupación que se generó entre los habitantes de Salinas por un desfogue de aguas negras que se realizó después de una intensa lluvia.

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Daniel Cisneros, alcalde de Salinas, negó que se trate de aguas servidas y dijo a EXPRESO que este es un proceso “normal” de retiro de aguas lluvias que se realiza hace 20 años “siempre cuando hay un invierno fuerte” y que es lo mismo que se hace en otras ciudades del país.

“Igual ese desfogue tendría que hacerse por algún lado, no es que se lo podría cambiar. Es como el de Quito que lo botan en el (río) Machángara, el de Guayaquil que lo botan en el estero”, señaló.

Una declaración similar a la que hizo el año pasado.

“Las descargas que hacemos son las mismas que en Guayaquil se hacen al río y al estero; y en Quito, al (río) Machángara. Entonces, es un sistema natural que en todas las ciudades y países se hace”, defendió en 2019.

Con respecto al color del agua, Cisneros indicó que se debe a la tierra o arena que “recoge el agua” en su paso por la ciudad cuando se inunda y que el vertido lo hicieron precisamente durante el día porque no tienen “nada que ocultar”.

Si no hacíamos eso (el desfogue) las calles habrían seguido inundadas y la gente no habría podido ir a la playa.
Daniel Cisneros,
alcalde de Salinas

Además, el alcalde señaló que es imposible cambiar el sistema, pues su ciudad no tiene presupuesto para esa construcción.

“Cambiar el sistema vale 100 millones y el presupuesto de Salinas es de cuatro millones al año. Destinar 25 años en un sistema es ilógico. A veces lo tomamos con ligereza porque comparamos con ciudades grandes como Guayaquil o Quito cuando mi ciudad es pequeña. Hay analizar siempre valores y hacer lo mejor posible”, precisó Cisneros.

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EN DETALLE

Aguas Servidas. El alcalde señaló que no es posible que las aguas vertidas en la playa sean residuales, pues esas van por medio de una estación de bombeo a las lagunas de oxidación que están ubicadas en Punta Carnero. “Allí hacen un proceso de conversión y esa agua se utiliza para riego en otro lugar”, mencionó. Cisneros asegura que el tema es parte de una campaña de desprestigio a la ciudad.

Otro caso. Hace dos semanas, un evento similar preocupó a Montañita. El estero, en el que algunos comercios descargan aguas servidas, colapsó y sus aguas se vertieron en el mar. En un informe de Ambiente se determinó que el agua no afectó ni al mar ni a los turistas. “Está comprobado que las bacterias de las aguas servidas no sobreviven cuando son descargadas en los océanos”.