El ataque a la Unidad de Policía Comunitaria de Nueva Prosperina, que dejó herida a la oficial Verónica Songor el 9 de octubre pasado, recordó una constante: no hay lugar seguro. EXPRESO consultó a aspirantes a las alcaldías de Guayaquil y Quito sobre sus planes para combatir la inseguridad. Mismas que, aunque abordan un mismo problema, tiene soluciones diversas.

“El Código Territorial habla de la competencia del Municipio”, indica el candidato a la Alcaldía de Guayaquil, Jimmy Jairala, y suelta dos soluciones: establecer el Consejo de Seguridad y la creación de una cárcel enfocada a delitos menores.

“(En Guayaquil) se confunde este Consejo con la Corporación (para la Seguridad Ciudadana)”, continúa e indica que, cuando se establezca el Consejo, “se podrá articular una Policía de cercanía en cada barrio” y será “posible asignar vehículos para la vigilancia permanentes en los sectores”.

Por su parte, el también aspirante al Cabildo porteño, Pedro Pablo Duart, señaló que, además del fortalecimiento de las capacidades de la Policía Nacional, Guayaquil debe involucrarse en la estrategia de seguridad de la ciudad porque “se ha cedido el espacio público a los delincuentes”.

Para ello, Duart indica que “vamos a pedir la competencia de la cárcel (Penitenciaría del Litoral). Sabemos que desde adentro se emiten las órdenes para delinquir, robar y secuestrar”. Además, señala que la Policía Metropolitana será reformulada para que sus agentes ronden junto a los miembros de la Policía Nacional.

Asimismo, el también aspirante a la Alcaldía de Guayaquil, Aquiles Álvarez, señaló que "la complejidad delictiva de esa zona (Nueva Prosperina) merece planes interinstitucionales para hallar soluciones" y que, en casos de sectores como el de Socio Vivienda, plantea la "recuperación integral y progresiva del espacio público, que es lo que está en nuestras competencias". Esto, según Álvarez, a través de planes culturales, educativos, de reactivación económica y de reingeniería de la planificación.

Por otro lado, la candidata a la Alcaldía de Quito, Luz Elena Coloma, explica que es “fundamental la coordinación estrecha de la Policía, la inteligencia policial y el Municipio”, pero que la ayuda del Cabildo no se limite a temas logísticos, sino a “fortalecer” a la institución.

Esto, según Coloma, se lo debe hacer a través del monitoreo constante del Municipio a las Unidades de Policía Comunitaria y exigiendo al Gobierno que “los máximos esfuerzos con ayuda internacional y expertos en seguridad para recomponer las instituciones debilitadas que nos deben proteger para luchar contra un enemigo tan poderoso”.

Respecto a las acciones municipales, el también aspirante al Cabildo quiteño, Patricio Alarcón, indica que “no hay que esperar” y que la empresa privada debe intervenir para recomponer los recintos policiales, como las UPC, rehabilitar los vehículos, renovar la tecnología y equipar a los uniformados. “El Gobierno no debe esperar hasta tener más policías para mantener el control”, dijo.

Asimismo, Alarcón hace hincapié en que “sí existen recursos (públicos) para poder hacerlo, pero el Estado está muy mal organizado en materia de seguridad”. También indicó que su rol sería coordinar e invertir en esta recomposición.