La tensa calma duró poco. Solo un par de horas. Con el ingreso a la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE) que permitió el gobierno en señal de buena voluntad para consolidar el diálogo, los indígenas se agruparon y trataron de llegar a la Asamblea. 

Los indígenas se distribuyeron entre los parques El Ejido, El Arbolito y la aveida 6 de Diciembre y empezaron a provocar a los policías que custodiaban los accesos al Legislativo. Les lanzaron voladores, tacos de dinamita, piedras, palos y otros artefactos. La Policía respondió con gas pero las provocaciones no cesaron desde las 15:00. 

Grupos violentos se apostaron en las calles transversales cerca de El Arbolito armados de grandes cantidades de voladores y canecas de combustible que uno de ellos se accidentó manipulando una sustancia inflamable.

En el interior del Ejido, los indígenas cortaban ramas y tumbaban los árboles más pequeños para protegerse del humo de las bombas lacrimógenas. En El Arbolito levantaron los adoquines para conseguir piedras que lanzar a los uniformados. 

Desde el vehículo Antimotines, los policías pedían a los violentos que se replieguen pero ellos respondían con piedras y hasta con el lanzamiento de gas lacrimógeno que afectó a unos 20 policías que trataban de controlar la situación en los exteriores del Hospital Militar de Quito. En medio de la euforia, los violentos apedrearon a una camioneta roja que repartía comida a los del paro. Los manifestantes vigilan con drones la posición de la Policía.

En un mensaje previo a los enfrentamientos, el presidente de la Conaie, Leonidas Iza, pidió a los manifestantes que ingresen a la Casa de la Cultura. "No dejemos infiltrar a la gente que están dañando esta lucha, que están dañando la marcha", señala en un vídeo que circula en redes sociales.