Bajo un sol esplendoroso y un cielo azul, la imagen del Niño Viajero paseó las principales calles de Cuenca. Fue el pregón del Pase del Niño que se cumplió desde las 10h30 hasta cerca del mediodía de este viernes 13 de diciembre a manera de invitación a los devotos a participar del gran Pase del Niño Viajero que cada 24 de diciembre, y por 57 años, se desarrolla en la capital azuaya.

La imagen vestía un traje blanco, con bordados en hilo de oro y era llevada en brazos de una joven morlaca sobre un carro alegórico artísticamente adornado de flores.

Fueron los bailes típicos a cargo de la familia Vanegas, quienes lucían ropaje característico de la Chola y Cholo cuencanos, los que acompañaron a la procesión en medio de bandas de música y delegaciones de distintas unidades educativas del Azuay.

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Los infantes y adolescentes vestían de San José, la Virgen María y el Ángel que anunciaba el nacimiento de Jesús, en representación al capítulo bíblico del nacimiento de Jesús.

Para la noche del 23 de diciembre está previsto una serenata al Niño en las instalaciones del mercado Diez de Agosto, evento religioso que está a cargo de las vivanderas.

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La mañana del 24 de diciembre se oficiará una misa campal en la Plazoleta de las Flores con la imagen que data de 1823. Luego de la misa se iniciará la procesión por la calle Simón Bolívar.

El Pase del Niño Viajero es desde el 2009 Patrimonio Natural y Cultural Inmaterial del Estado, y se encamina a conseguir un título mundial, señala el concejal Iván Abril, presidente de la Comisión de Cultura del Municipio de Cuenca.

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Explicó que se están preparando los documentos históricos, antropológicos y religiosos para solicitar a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (por sus siglas en inglés) UNESCO, incluya al “Pase del Niño Viajero en la lista mundial de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad”.