En teoría, la petrolera estatal Petroecuador es una de las mayores empresas del país. En papel, no hay documentos oficiales que sustenten esa afirmación. Pese a su importancia en las finanzas públicas, ‘Petro’ no cuenta con un aval real de sus activos y de sus pasivos desde 2016. En casi cuatro años, nadie ha constatado y certificado el valor de los bienes muebles e inmuebles de la entidad.

Existen informes, pero ninguno tiene una firma de responsabilidad que confirme que los datos expuestos son reales. Para fines empresariales, ese tipo de documentos sin respaldo no tienen valor.

Es un problema mayor. Que una empresa -pública o privada- no tenga valoración de activos ni un recuento de sus pasivos representa un hoyo gigante en su administración diaria. ¿Qué tiene Petroecuador? ¿Cuánto valen propiedades como la Refinería de Esmeraldas o el Poliducto Pascuales-Cuenca? Las respuestas son un misterio sin solución porque ninguna empresa especializada -y ajena al aparato estatal- ha revisado estados financieros.

Las secuelas del ‘descuido’ de las autoridades de la estatal y del Gobierno es que hay procesos que terminan perjudicando a las finanzas públicas. Petroecuador, por ejemplo, no puede contratar un seguro sin restricciones para todos sus bienes. Cuando se lanza un proceso, la primera pregunta es ¿cuánto cuestan los bienes que quieren asegurar? Solo hay estimados y presunciones, pero ningún dato real y certificado.

Actualmente, la petrolera cuenta con un seguro entregado por la empresa de capital estatal, Sucre. Pese a los múltiples intentos para conseguir otro asegurador. Sucre tiene el contrato desde 2016. En parte, por la falta de estados financieros auditados.

Ese contrato, extendido por falta de un nuevo prestador del servicio, avala los bienes de la petrolera por un poco más de 5.900 millones de dólares. Para los expertos petroleros ese monto no es necesariamente real.

EXPRESO consultó con la gerencia actual sobre la falencia financiera de la estatal. Pablo Flores, gerente general de Petroecuador, admitió que hay un problema con la falta de estudios auditados y se espera encontrar una solución hasta marzo de este año.

El primer paso se dará este mes. La petrolera lanzará un concurso para contratar a una auditora internacional que valore los bienes de la empresa. Se dará prioridad a la Refinería de Esmeraldas, el Poliducto Pascuales-Cuenca y el Terminal Monteverde. Con las tres plantas se cubrirán las propiedades más costosas.

A la par, confirmó Flores, se están haciendo los estudios necesarios para contratar un nuevo seguro por un valor real. Con los estados auditados y la valoración de activos y pasivos se lanzará un nuevo concurso de aseguradoras para este año.

La urgencia responde, además, a que Petroecuador está en un retrasado proceso de fusión con Petroamazonas. Sin embargo, cómo unir dos empresas cuando una no sabe cuánto cuestan sus propiedades. Ese paso es básico para hablar de fusión. 

Concurso

Petroecuador no puede acceder a normas internacionales de contabilidad (que se exigen en la mayoría de empresas del sector petrolero) por la falta de estados financieros auditados. Por eso se contratará a un auditor internacional.

Compras

Según la administración actual de Petroecuador, la mayoría de los procesos se hacen bajo régimen común de compra pública. Lo dicho representa un giro de 180 grados con respecto a las gerencias de la estatal durante el gobierno de Rafael Correa. 

Internacional

Entre enero y noviembre del año pasado, la empresa petrolera adjudicó contratos por más de 291,9 millones de dólares. En la lista está la contratación de seguridad privada para los bienes de Petroecuador.