Pasadas las 00:00 del lunes 20 de junio, moradores de Socio Vivienda 1 ya estaban en sus camas. De pronto un estruendo los inquietó. Algunos se asomaron por puertas y ventanas. En la vía principal había un bulto, envuelto en sábanas. Muchos no necesitaban la confirmación de una autoridad para saber, al menos, qué había pasado: otra muerte violenta que ahonda más la crisis de seguridad que se vive en ese sector del noroeste de Guayaquil, donde la Policía no tiene el control, y en otras zonas de la urbe donde se extienden las disputas entre narcobandas.

El día anterior, en cambio, dos personas de sexo masculino fueron asesinadas en el sector de la salida del muelle de La Fragata, en el sur, pasadas las 21:00. Las víctimas tenían heridas de bala en el tórax y en la cabeza. Nadie quiso hablar del tema. Cerca de esa zona y casi a la misma hora, otro ciudadano fue baleado por desconocidos.

Las muertes de este tipo no han cesado, pese al estado de excepción que decretó el Gobierno desde el 29 de abril pasado en zonas de Guayas, Manabí y Esmeraldas, para combatir la delincuencia común y el crimen organizado vinculado con el narcotráfico. Tampoco se ha evidenciado una reducción de eventos de ese tipo al compararlos con la cifra de los días previos a las jornadas de protesta del paro indígena, que se registran desde este 13 de junio.

Diario EXPRESO analizó las estadísticas de muertes violentas y de robos en la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón) y evidenció que los niveles de inseguridad siguen altos.

Según los registros policiales, en el periodo del 7 al 14 de junio en el Distrito Metropolitano de Guayaquil (también denominado Zona 8), 22 personas murieron en circunstancias de violencia. Mientras que del 14 al 21 de junio, agentes policiales contabilizaron 24.

Del 1 de enero al 21 de junio de este año, a nivel nacional, las muertes violentas se cuantificaban en 1.901 (con corte a las 05:00). Una cifra sin precedentes. El año anterior, en el mismo periodo, la Policía registró 884 eventos de ese tipo.

La guerra entre bandas, los ajustes de cuentas y los robos con muerte siguen sumando víctimas, en un ambiente tensionado por la crisis política que vive el país y que ha captado la atención de los ciudadanos, quienes, en algunos casos, tienen la percepción de que los delitos y crímenes han bajado.

“No sé si será porque ahora todo está concentrado en el paro”, comenta Darwin Castillo, dueño de una panadería. En Twitter también se habla sobre el tema: “No sé si estoy mal informada, pero desde que se inició el paro bajaron los robos y el sicariato en Quito y Gye”.

Homero Ramírez, sociólogo guayaquileño, considera que la percepción ciudadana sobre un aparente descenso en las cifras de robos y asesinatos (causados por la delincuencia común y el crimen organizado) responde, en parte, a la dinámica informativa de los medios de comunicación y de las redes sociales, que se enfocan en la evolución del paro nacional.

“Los medios, sobre todo, dan prioridad a lo que consideran la noticia más importante y, en estos días, es el paro. Pero eso no significa que no se produzcan los delitos”, señala Ramírez, quien fue catedrático de la Escuela de Sociología de la Universidad de Guayaquil.

En las unidades de Flagrancia de la Fiscalía de Guayaquil y Samborondón, agentes investigadores aseguran que durante los días de paro se ha registrado un flujo regular de denuncias, similar o algo menor a las semanas anteriores. Ese efecto podría haberse generado por los patrullajes policiales y la restricción de circulación de dos personas en motocicleta.

“Está igual que antes la afluencia de denunciantes. Los delitos más comunes que se denuncian son robos a personas, robo de vehículos, robo de motos, a domicilios”, detalla el fiscal Danny Vizueta.

Este Diario solicitó las cifras de esos delitos a la Fiscalía el martes pasado, pero al cierre de esta edición quedó pendiente la recepción de los datos. En el portal web de las estadísticas de esa entidad la información está desactualizada, con corte al mes de abril pasado.

En cambio, el portal de datos del Sistema Integrado de Seguridad ECU-911 sí registra las alertas de los eventos de seguridad ciudadana, como los robos y tentativas de robo, a través de las llamadas telefónicas de ciudadanos. En los días que ha transcurrido el paro, los operadores han receptado 499 reportes en Guayaquil, versus las 462 alertas registradas en la semana previa a la movilización.