Hay diferencias considerables. La nueva preventa de crudo que planea el Gobierno del presidente Lenín Moreno, y que se concretaría en las próximas semanas, dista de las operaciones que hizo el expresidente Rafael Correa en términos legales y financieros. El principal cambio es que se suprimen varios candados que perjudicaron al país durante el correísmo.

Entre los candados está, por ejemplo, la liberación de crudo en caso de incumplimiento en los desembolsos de recursos chinos. Las nueve preventas de petróleo que se firmaron en el gobierno anterior daban control de la operación a las empresas asiáticas. Esta vez, según un comunicado interno del Ministerio de Economía y Finanzas a Petroecuador, el control es compartido.

Ecuador busca que el Banco Industrial y Comercial de China (ICBC, por sus siglas en inglés) otorgue 1.400 millones de dólares como préstamo de libre disponibilidad. A cambio, la entidad pide que se comprometan unos 70 millones de barriles de crudo.

El desembolso, explicó Juan Hidalgo, subsecretario de Financiamiento Público, en la carta del 16 de septiembre, se haría en tres tramos. Si alguno se incumple o se retrasa más de lo contemplado, habrá cambios en la entrega del hidrocarburo.

El tramo A, confían las autoridades de Finanzas, debe cumplirse en este año y será de 700 millones de dólares.

En el resto de tramos hay características especiales. Si hasta 90 días después del 31 de diciembre de 2020 no se ejecuta el tramo B (por 400 millones de dólares), el requerimiento de crudo bajaría a 48 millones de barriles.

“Y, si hasta 120 días después de la fecha desembolso del tramo B no se ejecuta el tramo C (por 300 millones de dólares) el volumen de barriles requeridos en la operación comercial bajaría a 62,76 millones”.

Otra diferencia es que Petroecuador no asumirá la deuda porque no es quien utilizará los recursos. El Ministerio de Economía y Finanzas firmará el contrato como deudor. En las operaciones correístas, la empresa estatal aparecía como el obligado a pagar. El propósito de esa estrategia era reducir en papel el monto de la deuda pública que infló el expresidente.

Lo que no cambia, sin embargo, es la reserva de la operación. Las condiciones, tasas de interés, plazos y otras características seguirán en reserva hasta que se concrete la firma del nuevo crédito.

Tal como informó EXPRESO, ayer, el pedido del préstamo a China se tramita desde mayo pero cobró especial urgencia por la emergencia sanitaria derivada de la propagación del coronavirus y la renegociación de bonos de deuda externa que concretó el gobierno en agosto. Esa operación dejó al Ecuador con una imagen de riesgo y hace imposible que se puede emitir nuevos papeles de deuda.