En seis meses, de la antigua Senain y actual Centro de Inteligencia Estratégico (CIES) no quedará ni el nombre. “Nos vamos a olvidar del CIES haciendo operaciones”, señaló la semana pasada el ministro de Defensa, Fernando Donoso, en una entrevista concedida a EXPRESO.

Él fue encargado por el presidente Guillermo Lasso para la reestructuración de ese organismo cuestionado desde distintos sectores por las tareas de espionaje, seguimiento y supuestas operaciones clandestinas como la ‘Caminito’, que mantiene al borde de una sentencia por posible peculado al exsecretario de la Senain, Pablo Romero.

Pero un borra y va de nuevo no aplica al CIES. Hay que auditar, investigar patrimonios, determinar posibles delitos, el destino de más de 470 millones de dólares de presupuesto de la era correísta y morenista, opinan el exdirector de Inteligencia del Ejército, Mario Pazmiño, y el asambleísta Fernando Villavicencio, uno de los espiados y perseguidos por ese organismo creado por Rafael Correa en junio de 2008.

El organismo fue cuestionado por ejecutar operaciones de inteligencia y contrainteligencia en contra de opositores del régimen de Correa, disfrazadas de acciones por defensa de la seguridad nacional.

Una gran cantidad de órdenes para perseguir opositores políticos o actores sociales salió desde las sabatinas del expresidente Correa con su disposición de ‘Senain atender’.

Otro de los espiados fue precisamente el actual presidente Guillermo Lasso. En 2017 EXPRESO reveló un diagrama de seguimiento a políticos de oposición en las elecciones de ese año, en las que ganó Lenín Moreno. Entre ellos estaba Lasso. Documentos a los que accedió este Diario mostraron organigramas sobre sus relaciones personales y profesionales, seguimientos de sus contactos internacionales y de sus fundaciones e iniciativas sociales.

Los exasambleístas Galo Lara, Cléver Jiménez, el activista Fernando Balda, Fernando Villavicencio, el mayor del Ejército Diego Vallejo, periodistas, políticos y otros actores fueron seguidos de cerca por agentes de la otrora Senain.

El ministro Donoso anunció que hay un equipo que analiza todas las acciones que se desarrollaron en la extinta Senain. Se busca determinar si hay rastros de posibles delitos.

El asambleísta Villavicencio, presidente de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea, dice que formalmente ha pedido al presidente Lasso que se resguarde y proteja toda la información en lo que quede del CIES.

Apunta a la desclasificación de la información generada en el correísmo y morenismo. Considera que la inteligencia predictiva debería estar en manos de las Fuerzas Armadas y anuncia que desde la Comisión de Fiscalización se investigará qué ocurrió con el presupuesto asignado a esa secretaría y se analizarán casos de violación a derechos humanos y a la privacidad por los actos de espionaje.

Mario Pazmiño opina que el organismo de Inteligencia debería ser el que esté asesorando en el nivel político y estratégico. Dice que, al margen de la reestructuración, es necesario al menos tres cosas.

Transparencia en la estructura de inteligencia politizada con una auditoría operativa, para ver qué operaciones ‘clandestinas y delictivas’ se hicieron en el contexto internacional y ver a dónde fueron $ 475 millones empleados en inteligencia política con auditorías tecnológicas y forenses. Habla de la determinación de responsabilidades penales de las personas que destruyeron la información del sistema o que la ocultaron. Opina que el mando no debe estar a cargo ni de Defensa ni de la Policía, sino de una estructura como el Consejo de Seguridad Pública y del Estado (Cosepe).

Hasta el momento en la reestructuración que impulsa Defensa, lo que ha visto Pazmiño es que hay una reingeniería del sistema con personal de ambas administraciones: correísmo y morenismo. Pero el ministro Donoso ofreció que la reestructuración será radical.

El detalle

Ubicación. Un inmueble ubicado en Lumbisí albergó a unos 300 funcionarios dedicados, entre otras cosas, a monitorear redes sociales de adversarios.

Autoridades

Secretarios de la Senain

Desde su creación, la otrora Senain tuvo seis secretarios durante el correísmo. Algunos duraron pocos meses como Francisco Jijón, Homero Arellano, Luis Yépez y Raúl Patiño y otros como Pablo Romero y Rommy Vallejo que duraron dos y cuatro años. En el morenismo hubo cuatro y la Senain se convirtió en el ahora conocido como CIES.