De las 81 notarías que atienden en la ciudad de Guayaquil, 30 están a cargo de notarios en funciones prorrogadas e indefinidas.

Son funcionarios que están dentro de una lista que publicó el Consejo de la Judicatura (CJ) dentro de la resolución 191-2019, mediante la cual dio por terminado el nombramiento de 265 fedatarios a nivel nacional, quienes cumplieron el periodo por el cual fueron designados en 2013, en un concurso público.

Una situación que, si bien genera expectativa y preocupación, no ha alterado la normal atención al público en esas dependencias, como así lo comprobó EXPRESO en notarías que están en el centro de la ciudad.

“Las facultades que tenemos están intactas. El servicio que brindamos es el mismo que le corresponde a un notario titular. El orden jerárquico al que estamos sometidos es el mismo: nos debemos al Consejo de la Judicatura y somos sujetos de control disciplinario, fiscalización y auditorías”, explica Humberto Moya Flores, titular de la Notaría 38 de Guayaquil y vicepresidente de la Federación Ecuatoriana de Notarios (FEN).

Según el funcionario, quien es uno de la lista, en algunos casos se cumplió el periodo en noviembre y diciembre de 2019, pero hay otro grupo que entrará en esa misma situación este año. De acuerdo a la nómina, son un total de 56 notarios de la provincia del Guayas que están en funciones prorrogadas, el 37 % de ellos en Guayaquil. Los demás en los cantones de: Balzar, Daule, Durán, El Empalme, El Triunfo, Milagro, Pedro Carbo, Samborondón y Yaguachi.

Moya, quien es notario 38 desde hace 25 años, esclarece que seguirán en el cargo hasta que sean legítimamente reemplazados, mediante concurso público convocado por la Judicatura.

La mayoría de los agremiados ha manifestado su deseo de concursar, pero hay notarios que no están en el ánimo de continuar, ya sea porque quizá no se sintieron satisfechos o por la edad, detalla el funcionario.

Y para continuar o no, los notarios solo tienen tres opciones. La primera, explica Moya, es la reelección en el mismo despacho. “Si es así, me quedo con el personal que tengo y mantienen la antigüedad que corresponde”. La segunda opción es que si llegase a cambiar de notaría y entra en el grupo de las sectorizadas, tendría que dejar la oficina que tiene en un edificio céntrico de la ciudad, y buscar en el sector donde le correspondería ejercer, pero mantendría a su personal.

Lo último que pasaría es que renuncie al cargo o no gane el concurso. Eso tendrá sus efectos jurídicos que son: liquidar al personal con recursos propios y entregar el archivo notarial (libros que recogen la historia de la dependencia) a la persona que lo reemplace.

Un incierto llamado a concurso

Si bien los 30 notarios de Guayaquil saben que la prórroga tiene una fecha de vencimiento, desconocen cuándo se cumplirá eso. El pasado miércoles, la presidenta de la Judicatura, María del Carmen Maldonado, reveló que en la agenda 2020 no se ha priorizado un concurso para notarios, sino para fiscales y jueces. Pero otra situación es la reducción de 11 millones de dólares del presupuesto que maneja el CJ, lo que ha generado preocupación en el gremio notarial, por el gasto que ocasiona un concurso de esa magnitud.

La frase

"Las facultades que tenemos están intactas, el servicio que brindamos es el mismo de un notario titular".

Humberto Moya

notario 38 de Guayaquil

El detalle

Veintidós de los 30 notarios de Guayaquil en funciones prorrogadas, feneció su nombramiento en diciembre de 2019.

El servicio. Como órgano auxiliar de la Función Judicial, los notarios brindan entre otras cosas los siguientes servicios: dar fe en un poder otorgado de una persona a otra, permiso de salida del país (para menores de edad), posesión efectiva de bienes, divorcios de mutuo acuerdo, los desahucio, las declaraciones de interdicción de reos con sentencia ejecutoriada, la compra-venta de bienes raíces, constitución de hipotecas.