Mientras buzos y peritos trataban de determinar ayer, sábado 25 de abril, la existencia o no de una víctima mortal por el desplome del puente de Colimes, las autoridades seccionales y del Gobierno nacional buscaban soluciones viables y rápidas para devolver a este cantón la conectividad que perdió desde el jueves pasado, cuando ocurrió la tragedia vial.

La tarde del viernes 24 de abril, el vicepresidente de la República, Otto Sonnenholzner, arribó al sitio para constatar los daños. Entregó raciones alimenticias y expresó que hay dos puntos de atención médica.

“Vamos a construir de manera urgente un nuevo puente para Colimes de forma rápida. Eso lo estamos coordinando con la Prefectura y el Ministerio de Transporte...”, dijo el segundo mandatario.

Agregó que, como solución temporal, se analiza con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército la construcción de un pilote central para poder colocar dos puentes Bailey y conectarlos.

Servicio de gabarra

La alcaldesa Jackeline Ordóñez reveló que la Municipalidad contrató una gabarra para el traslado de la gente de un lado a otro del río Daule, mientras llega el puente temporal.

Mientras tanto, técnicos de la Prefectura del Guayas y el Municipio colimeño analizaban cómo sacar el pesado tráiler que, con su paso, provocó el colapso del puente de 130 metros. En las últimas horas, los buzos también hallaron sumergido un furgón vacío, por lo que se sospecha que su conductor estaría desaparecido. La búsqueda de la supuesta víctima continuaba ayer.

En el puente había letreros que indicaban que el peso máximo de cada vehículo que lo utilizara debía ser 20 toneladas. Sin embargo, ese límite era constantemente irrespetado por muchos conductores y, de paso, no había recibido mantenimiento en los últimos años.

Era la esperanza del cantón

Cuando el ahora destruido puente de Colimes fue inaugurado, el 16 de agosto de 2008, las autoridades dijeron que este facilitaría el comercio y turismo en la zona. El hecho fue catalogado como “histórico” por sus habitantes, ya que por primera vez los comunicaba con Manabí y otros cantones de Guayas. De 130 metros de longitud y 8 metros de ancho, la estructura metálica tipo arco fue construida por la compañía Kanasser S. A., contratada por la Prefectura del Guayas, entonces liderada por el prefecto Nicolás Lapentti.

Wilson Valencia era alcalde de Colimes y entonces dijo que el puente era una esperanza para su pueblo. La actual alcaldesa ha anunciado que no buscará culpables del colapso porque fue un accidente, aunque sí había pedido, semanas atrás, al Gobierno Nacional y la Prefectura apoyo para darle mantenimiento al puente, pero no recibió respuesta.