Mundo

asesinato
Un agente de la Dirección de Policía de Investigación inspecciona la escena donde un joven fue asesinado.efe

Tasa de asesinatos en Brasil cae 20% en 10 años, pero aumenta la de indígenas

La tasa de homicidios entre la población indígena saltó de 15 a 18,3 cada 100.000 habitantes en diez años

La tasa general de asesinatos en Brasil cayó un 20 % en una década, mientras que la de indígenas subió un 22 % entre 2009 y 2019, según un informe divulgado este martes por diversas entidades.

61241e2f6484c

Tres hombres circulaban con una subametralladora en un bus de Guayaquil

Leer más

La tasa de homicidios entre la población indígena saltó de 15 a 18,3 cada 100.000 habitantes en diez años, en contramano del índice general de asesinatos, que cayó de 27,2 a 21,7 por cada 100.000 habitantes en dicho periodo.

Los datos constan en el Atlas de la Violencia, un informe divulgado anualmente por el Fórum Brasileño de Seguridad Pública (FBSP) y por el Instituto de Pesquisa Económica Aplicada (Ipea), realizado sobre la base de datos del Ministerio de Salud.

El documento, que recoge por primera vez datos sobre violencia contra los pueblos originarios, revela que un total de 2.074 indígenas fueron asesinados entre 2009 y 2019.

Frederico Barbosa, investigador del Ipea y uno de los responsables del estudio, afirmó que el recrudecimiento de la violencia contra los indígenas está relacionado con el "avance de las tensiones" en sus territorios y la "imposición de dificultades para delimitar nuevos territorios".

612107c7b8a02

Guayaquil: Hombre que circulaba en moto fue asesinado a tiros

Leer más

"La discusión del 'marco temporal' es la expresión de esas tensiones", señaló Barbosa.

La Corte Suprema tiene previsto retomar esta semana un juicio en el que deberá decidir sobre el derecho "ancestral" a la tierra que defienden los pueblos originarios.

Lo que está en tela de juicio es una tesis conocida como "marco temporal", según la cual los indígenas solo podrían reclamar como propias las tierras que efectivamente ocupaban al día 5 de octubre de 1988, cuando fue promulgada la actual Constitución brasileña.

Sin embargo, los movimientos indígenas sostienen que esa tesis acaba con "derechos ancestrales" y además favorece la legalización de áreas ocupadas ilegalmente por terratenientes antes de esa fecha.