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Los fiscales presentan la acusación contra Trump

Los republicanos bloquean las enmiendas y los demócratas califican de “farsa” la maratónica jornada para aprobar las reglas del juicio político 

Impeachment
Miembros de la Cámara de Representantes dialogan con la prensa antes del reinicio del juicio.AFP

Los congresistas nombrados gestores del impeachment a Donald Trump presentaron ayer en el Senado los argumentos de la acusación contra el presidente de Estados Unidos, sobre el que pesan los cargos de abuso de poder y obstrucción al Congreso a raíz del escándalo de Ucrania. El demócrata californiano Adam Schiff, punta de lanza en la investigación previa en la Cámara de Representantes, abrió fuego con una larga exposición que poco más o menos describió todo un entramado de diplomacia paralela y maniobras de presión para el beneficio electoral del mandatario.

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“El presidente Trump presionó al presidente de Ucrania para que anunciase públicamente investigaciones sobre dos alegaciones desacreditadas que iban a beneficiar a la campaña presidencial de Trump en 2020. Cuando el presidente ucraniano no accedió de forma inmediata, Trump retuvo dos actos oficiales para inducirle a hacerlo: una reunión de Estado en la Casa Blanca y financiación militar”, afirmó Schiff, resumiendo en pocas palabras el cuerpo del caso contra el mandatario estadounidense.

Al inicio de su discurso, el demócrata citó en numerosas ocasiones a Alexander Hamilton y los padres de la Constitución estadounidense, que crearon el procedimiento de impeachment para evitar que un presidente todopoderoso sometiese a la nación a sus intereses personales y cometiera traición. “El presidente Trump ha actuado como temía Hamilton”, afirmó Schiff.

En la Constitución, el asunto quedó definido en el artículo II, sección 4, de la Carta Magna, según el cual “el presidente, vicepresidente y todos los funcionarios civiles de Estados Unidos serán retirados del cargo al ser acusados y declarados culpables de traición, sobornos y otros delitos y faltas graves”. Y sobre esos conceptos girarán los argumentos de los próximos días. Algunos republicanos critican la actuación de Trump, pero argumentan que no es motivo de impeachment.

El republicano admite haber reclamado esas pesquisas, unas que afectaban a su rival político Joe Biden, precandidato para 2020, por el trabajo de su hija Hunter en una gasista ucraniana mientras él era vicepresidente de la Administración de Obama; y otras sobre una teoría conspirativa sin base según la cual una trama ucraniana había tratado de favorecer la victoria demócrata en 2016. De hecho, estas peticiones aparecen en la conversación que Trump mantuvo con Volodímir Zelensky el 25 de julio, cuyo contenido fue hecho público, pero lo atribuye a un interés honesto por la corrupción.

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El turno de los gestores del impeachment, lo que en la justicia ordinaria sería la fiscalía, llegó tras una sesión maratoniana celebrada el martes para aprobar cómo va a ser el procedimiento. Con 53 votos a favor y 47 en contra, las reglas marcan que tanto la acusación demócrata como la defensa del presidente Trump tendrán cada una 24 horas divididas en tres jornadas para sus alegatos, que según está previsto empezarán este próximo mediodía.

Pasados esos seis días, posiblemente el martes de la semana que viene, el Senado abrirá un turno de preguntas y respuestas y luego debatirá si extiende el juicio político contra Trump con testigos que reclaman los demócratas o, por lo contrario, lo cierra por la vía rápida presumiblemente a favor del presidente.

El líder de la minoría demócrata en el Senado de Estados Unidos, Chuck Schumer, calificó de “farsa” la primera jornada del juicio, después de que los republicanos rechazaran las doce enmiendas presentadas por la oposición.

A Trump le “encantaría” asistir  al juicio

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró ayer que le hubiera encantado asistir al histórico juicio en el Senado estadounidense que podría terminar con su destitución, pero que sus abogados se lo desaconsejaron.

“Me hubiera encantado ir. De alguna manera me hubiera encantado sentarme en primera fila y mirar sus caras corruptas”, dijo Trump a la prensa al final de su viaje al foro de Davos (Suiza). Aunque “creo que [los abogados] habrían tenido un problema” con esto, agregó.