Un reciente estudio revela que al menos dos cepas de coronavirus de Wuhan se encuentran ya circulando: uno de tipo predominante (asociado al brote de China), con mayor capacidad de transmisión y posible agresividad; y otro menos frecuente (con mayor presencia fuera del país asiático) que se supone es menos virulento.

Según Infobae, estos resultados se obtuvieron de un trabajo, liderado por Xiaolu Tang, en el que se analizaron 103 muestras del virus, provenientes de todo el mundo. Según sus conclusiones, el 70% del virus (aproximadamente) correspondía al tipo catalogado como tipo L, mientras que el 30% restante era del llamado tipo S.

Pero, pese a esa preponderancia, los análisis confirman que el tipo S –menos virulento- ha ido ganando peso fuera de las fronteras de China.

De las 103 muestras analizadas, 27 (el 96% de las obtenidas de Wuhan) correspondían al tipo L; mientras que en las muestras de otras partes del mundo había mayor divergencia: el 61,6% eran de tipo L y el 38,4% correspondían al tipo S. Esta mayor presencia del tipo S fuera de Wuhan podría deberse, según señalan los investigadores, a "las medidas de control y prevención" de las infecciones que el Gobierno chino implementó en enero de 2020.

Los análisis epidemiológicos de los investigadores señalan que el tipo L posee una mayor capacidad de transmisión y replicación celular, pudiendo catalogarse de mayor virulencia.

Según el trabajo publicado en la revista National Science Review de la Academia de ciencias de China, el tipo S es "la forma genética inicial" del virus de la que, después, derivó el tipo L predominante.

Los científicos señalan que son necesarias más investigaciones que confirmen su hipótesis. En sus conclusiones, los especialistas chinos reclaman más estudios que combinen datos genómicos, información epidemiológica y registros médicos con síntomas clínicos de pacientes con Covid-19.

Hasta ahora, el COVID-19 no tiene ninguna vacuna para prevenirlo. En las últimas horas, el vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, indicó que el tratamiento contra el coronavirus podría estar disponible para mediados de 2020 y llegaría a los pacientes a principios de 2021.

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