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Pionyang insta a mejor (8200826)
El líder Kim Jong-un pidió mejorar la distribución de medicinas ante la avalancha de casos.EFE

El brote de la COVID-19 golpea a Corea del Norte

Ya suman más de 50 los fallecidos. El país no ha administrado ni una sola vacuna. Los contagios se multiplican muy rápido por la variante ómicron

El líder norcoreano, Kim Jong-un, ha ordenado mejorar el suministro de medicinas en su país, donde son ya 50 los muertos por la COVID y las personas en tratamiento superan el medio millón, al tiempo que Seúl trató hoy de comunicarse con Pionyang para ofrecer todo tipo de ayuda sin obtener de momento respuesta alguna.

Corea del Norte informó ayer de 8 nuevas muertes aparentemente ligadas a la COVID-19, por lo que suma ya medio centenar de fallecidos desde que confirmó el primer positivo el pasado jueves, y dijo haber detectado ayer unos 392.920 nuevos casos potenciales, según informó la agencia KCNA.

Entre los enfermos, 496.030 se han recuperado y 324.550 siguen en tratamiento, según el informe publicado este domingo por la agencia estatal de noticias KCNA.

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El país, que no ha administrado ni una sola vacuna y apenas tiene capacidad para testar, ha reportado ya más de 1,21 millones de casos sospechosos desde que la variante ómicron BA.2 comenzó a propagarse, al parecer, a finales de abril.

De esos 1,21 millones, más de 648.000 se han recuperado y algo menos de 565.000 están bajo tratamiento, detalló KCNA, que también informó de una reunión del politburó celebrada en la víspera en Pionyang y presidida por Kim Jong-un.

Kim mencionó que la orden de emergencia para liberar y suministrar las reservas estatales de medicinas a las farmacias de manera ininterrumpida aún no se está implementando, “criticó duramente” a los funcionarios a cargo de la operación y cargó contra la Fiscalía por no “ejercer la supervisión legal” del mencionado proceso.

El líder promulgó una nueva orden especial para que el ejército pueda reforzar esa cadena de suministro y visitó después en Pionyang varias farmacias -de las que criticó su falta de espacio para almacenar fármacos- para ver la situación de primera mano.

La situación en el empobrecido país preocupa por lo contagiosa que ha demostrado ser la variante de ómicron detectada y por el hecho de que el régimen, que ordenó la semana pasada confinar “cada ciudad y condado”, rechazó en 2021 la donación de casi cinco millones de vacunas y no tiene aún un plan nacional de inoculación.

En Corea del Sur, el nuevo presidente, el conservador Yoon Suk-yeol, insistió ayer en que Seúl está dispuesto a brindar todo tipo de apoyo.

“Si las autoridades de Corea del Norte aceptan, no escatimaremos ninguna ayuda necesaria, como medicamentos, incluidas vacunas contra la COVID, equipos médicos y personal sanitario”, dijo Yoon durante su primera comparecencia parlamentaria como jefe de Gobierno.

El Ministerio de Unificación, encargado de las relaciones con el Norte, trató de enviar un mensaje formal al Departamento del Frente Unido, su equivalente en el país vecino, explicando su intención de ofrecer todo tipo de asistencia y conocimientos en la lucha contra el virus.

Sin embargo, el lado norcoreano no respondió a la notificación para el envío del mensaje por fax, por lo que se desconoce si Pionyang, que ha realizado un número récord de pruebas de misiles este año y está preparando un nuevo test nuclear, está dispuesto a aceptar las conversaciones que Seúl quiere mantener esta semana para discutir los detalles de la ayuda.

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Muchos expertos han apuntado que, en un momento en que el diálogo con el vecino del Sur y EE. UU. permanece en punto muerto, es poco probable que el hermético país acepte envíos de ayuda unilateral de ninguno de los dos.

También han destacado que hay pocas posibilidades de que Corea del Norte, que ha permanecido cerrada al mundo exterior desde el inicio de la pandemia, acepte partidas de vacunas, sobre todo si implican el envío de personal para asesorar las cadenas de frío.

Pionyang no ha hecho ningún llamamiento público al envío de ayuda, vacunas incluidas, aunque sí alabó la semana pasada la política de “COVID cero” del Gobierno chino, y la agencia surcoreana de noticias Yonhap ha informado, citando fuentes cercanas al asunto, de que el régimen habría solicitado apoyo a Pekín a través de canales diplomáticos. Mientras eso sucede, los contagios se multiplican cada día en el país asiático.