Una alternativa que va tomando fuerza. Con la candidatura presidencial todavía en ascuas, el correísmo empieza a poner con más énfasis sus ojos en la futura conformación de la Asamblea Nacional, de donde podrían obtener más réditos que solamente “recuperar la institucionalidad del país”, como se repite en el discurso de sus figuras más representativas.

La ratificación de la sentencia de ocho años de prisión en contra del expresidente Rafael Correa, por cohecho, hizo más palpable el interés por copar la mayor cantidad de espacios en el Legislativo.

El propio exmandatario ha ido posicionando ese discurso en las entrevistas que ha dado luego de que la Corte Nacional de Justicia (CNJ) rechazó su solicitud de casación. “Conmigo o sin mí, tenemos que ganar la presidencia y vicepresidencia y la mayoría en la Asamblea”, dijo la semana pasada.

En la misma línea se ha pronunciado su hermana, Pierina, quien encabeza la lista de asambleístas nacionales por Centro Democrático, agrupación en la que el correísmo colocó a sus cuadros más relevantes en las mejores ubicaciones de la papeleta, y optó por nombres menos conocidos para postularlos por Compromiso Social, a sabiendas de que el CNE podría eliminar a esta organización política en las próximas horas.

¿Qué beneficios puede traer una mayoría importante en la Asamblea? Especialmente la posibilidad de convocar a una asamblea constituyente, que es una propuesta que maneja la Revolución Ciudadana desde hace dos años y que tomó fuerza con la ratificación de la sentencia a Correa.

Para esto hay tres caminos posibles. El primero es que el presidente de la República llame a una consulta popular para aprobar la conformación de una asamblea constituyente. Para el catedrático y analista político, Santiago Basabe, esa ruta no es muy sencilla porque considera que si bien Andrés Arauz será un candidato fuerte en los comicios de 2021, probablemente no alcance el triunfo.

Ahí es que tendrá importancia obtener el mayor número de curules en el Legislativo. Según la Constitución, una consulta para convocar a una asamblea constituyente también puede ser realizada por “las dos terceras partes de la Asamblea Nacional”.

“El juego político del correísmo ahora mismo es tener una bancada importante en la Asamblea. El candidato presidencial juega el papel fundamental de arrastrar más votos para los legisladores. Pero con las condiciones actuales, creo que podrían aspirar a obtener la primera o la segunda minoría. No creo que les alcance para tener una mayoría como se acostumbraron en épocas pasadas”, argumentó Basabe.

Sin embargo, tener un bloque importante sin ser mayoritario podría ser una buena alternativa para convertirse en oposición al nuevo gobierno, de no ser afín a él, y presionar desde ese espacio para la convocatoria a esta constituyente que ronda entre las propuestas como uno de los mecanismos para que Correa pueda regresar al país.

Virgilio Hernández reconoce que el objetivo no es solo tener mayoría en la Asamblea, sino también ganar el gobierno. “Esa mayoría es necesaria para hacer frente a los problemas que tiene el país, para recuperar la producción, el agro y la institucionalidad que se hizo trizas. Quizás uno de los temas, tenemos que definirlo mejor, es el de la constituyente”, señaló el dirigente correísta.

Para la elección de asambleístas de 2021 el voto será por listas cerradas y bloqueadas. Eso quiere decir que no se podrá escoger entre listas, como fue hasta 2017. Esta vez el sufragio será “en plancha” por una sola organización política. Basabe considera que esto beneficiará en un inicio a los partidos políticos nacionales. Hernández considera que esta propuesta tiene cosas positivas y negativas, porque se limita el derecho de los votantes a elegir.