Para el gobierno es una buena noticia. El Decreto Ejecutivo 1158, emitido la noche del 24 de septiembre de 2020, representa un alivio fiscal porque se reducirá la importación de los derivados de petróleo que paga el Estado para el sector industrial. En 60 días, una vez que estén preparados todos los actores del mercado, empresas privadas estarán en libertad de importar los combustibles para venderlos en el mercado.

En los próximos días, el gobierno definirá precios, tarifas y bandas para permitir que haya un nuevo sistema de precios de combustibles. El ministro de Energía y Recursos Naturales no Renovables, René Ortíz, dijo que también se definirá cuánto cobrará el Estado por el alquiler de bodegas, tanques y poliductos para que sean usados por los nuevos importadores privados.

El decreto del presidente Lenín Moreno establece que se permitirá la importación libre del Gas Licuado de Petróleo (GLP) de uso industrial. Es decir, retira el monopolio que tenía la empresa pública Petroecuador para importar los derivados de crudo para, entre otros, el transporte aéreo o naviero.

¿Cuáles serán los nuevos precios de los derivados de crudo de uso industrial? Será el mercado el que lo regule. Ortíz dijo que si hay precios muy altos, los consumidores no se inclinarán por esa oferta y continuarán con los productos de Petroecuador que serán menos costosos.

El ministro de Producción, Iván Ontaneda, precisó que no se tocarán los precios del gas doméstico y de las gasolinas para vehículos. Tampoco habrá variaciones en el precio de los combustibles para la pesca artesanal y para el sector camaronero.

El funcionario aclaró que se mantendrán conversaciones con el resto de sectores productivos para aclarar la decisión de permitir competidores privados en la importación de combustibles.

En la misma línea, Ortíz dijo que en caso de que el barril de crudo suba considerablemente de precio y eso afecte el valor de los combustibles que usa el transporte terrestre, se fijarán compensaciones para que el usuario no se vea perjudicado.