Si coloca varias capas de polvos traslúcidos o compactos en el rostro en vez de ocultar las arrugas y líneas de expresión, las resaltará aún más.

Malos habitos que arruinan la belleza

¿Cutis envejecido, granos o manchas que de pronto aparecen en su rostro? Pueden deberse a ciertos hábitos inadecuados como dormir con el maquillaje, usar remedios caseros para el acné o exponerse al sol sin la adecuada protección.

¿Cutis envejecido, granos o manchas que de pronto aparecen en su rostro? Pueden deberse a ciertos hábitos inadecuados como dormir con el maquillaje, usar remedios caseros para el acné o exponerse al sol sin la adecuada protección.

La maquilladora Ariana Guillén cita los errores más frecuentes que se cometen en el área facial y corporal.

Faciales

-Usar en el rostro las cremas y exfoliantes corporales.
Aunque parezcan iguales, cada una tiene objetivos distintos. La piel del rostro puede ser seca, mixta o grasosa, mientras que la del cuerpo no. Por ende, los ingredientes requeridos son diferentes. Los gránulos de los exfoliantes corporales suelen ser muy grandes y agresivos para el rostro.

-Exceso de maquillaje en pieles maduras.

Si coloca varias capas de polvos traslúcidos o compactos en el rostro en vez de ocultar las arrugas y líneas de expresión, las resaltará aún más. Evite sombras de colores muy oscuros, satinadas o brillantes porque hacen que la mirada se vea más hundida. Opte por colores cálidos, mates.

-No lavar las brochas.
¿Recuerda la última vez que las limpió a profundidad? Si no tiene idea, es probable que necesiten un ‘baño’ con urgencia. Lo recomendado es hacerlo cada dos o tres semanas. Opte por jabones suaves para bebés, a base de leche o manzanilla. Si usa químicos más fuertes se dañan las cerdas.

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-Limpieza profunda el mismo día del evento.

Al exponer su piel a este proceso cosmético, quedará sensible e hinchada por cerca de tres días. Lo adecuado es hacerlo una semana antes.

-Depilar las cejas con pinzas o cera.

A largo plazo, puede hacer que las hebras se debiliten y dejen de crecer. Una de las opciones más actuales es la depilación con hilo, conservando su forma natural. Está totalmente ‘out’ las cejas extremadamente finas.

-No reaplicar el protector solar.

Aunque ya lo haya colocado antes de salir de casa, obligatoriamente debe retocar la protección solar cada tres horas. Así pase todo el día dentro de la oficina u otro espacio cerrado, las radiaciones de las computadoras y otros artículos electrónicos, a largo plazo, causan la aparición de manchas y envejecimiento precoz.

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-Prestar el maquillaje.
Si varias personas utilizan los mismos artículos sin la limpieza previa, corren el riesgo de infecciones, irritabilidad y aparición de granos en la zona. El rímel y labial son algunos de los productos que más están en contacto directo con las mucosas.

-Dormir sin desmaquillarse.

Obstruye los poros, ocasiona la aparición prematura de líneas de expresión, espinillas, irritación y sequedad. Luego de quitar el maquillaje, no olvide colocar cremas hidratantes o serums de vitamina C, colágeno o ácido hialurónico para una máxima hidratación.

-Maquillarse con demasiada luz artificial.
Los aros de luz o espejos con focos, a su alrededor, son la nueva moda en los salones de belleza o dormitorios. Sin embargo, visualmente suelen alterar los tonos de los productos en la piel. En el día opte por la luz natural.

-Remedios caseros para el acné.
Es solo un mito aquello de que colocar pasta dental en las espinillas ayuda a que desaparezcan. En ciertos casos puede causar mayor irritación e infección. Lo mejor es ir directamente al dermatólogo para tratar
el problema.

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Corporales

- Usar ropa muy ajustada se ve mal, perjudica la circulación sanguínea e incentiva la aparición de celulitis.

- Olvidar exfoliar la espalda, cuello y escote causa la aparición de espinillas.

- Bañarse a diario con agua caliente reseca la piel y el cabello.

- Retirar las cutículas es un error común al hacerse la manicura. Su función es proteger la matriz de la uña para que no exista humedad e ingresen bacterias. Morderlas o tirar de ellas es una costumbre que a la larga la debilita.